Mi humilde morada

"No sea un humano común" aquello quedó picando en su mente por largo rato. Cuántas veces le había escuchado ya decir que a su parecer ella no era una humana ordinaria. Su historia la había transformado tanto, que muy lejos distaba de sus inicios.

Aquello la dejó pensando. Recordaba en silencio varios acontecimientos que la habían marcado, y tras sopesarlo por unos instantes decidió voltearse para verle la cara a su amo.

-Por qué no me cuentas sobre ti....... me refiero... a tu pasado- con aquello buscaba entretenerle y a su vez, conocer un poco más sobre a quién servía.

Nadie nunca antes le habían preguntado-es una muy buena pregunta...Bueno pues mi pasado no tiene mucho de emocionante, como te dije tuve la fortuna de nacer en la elite demoníaca.. estar aquí no es mas que producto de engaños y muchos engaños... también vender mi cuerpo ante los altos demonios- empuño su mano-pero una ves estuve en un lugar mas alto pude cortar sus cabezas, después fui la mano derecha de el señor de las tinieblas..tuve la oportunidad de entrar en el mundo humano con una misión de mantener el balance entre el tiempo mismo e vivido en muchas épocas observando a los humanos alimentándome de almas y en escasos tiempos de ángeles- le brillan los ojos al recordar esos tiempos en los que por sus manos y garras corría tanta sangre.. -y finalmente tengo una mision en esta epoca... obtener el libro y provocar caos-

Escuchó atentamente cada palabra que su boca pronunciaba.

-P-Poco emocionante?- la perplejidad se apoderó de su rostro tras escuchar el breve relato -Y poco más dices que tuviste una vida aburrida... igualmente... no imagino lo que a de ser viajar en el tiempo. A caso no eres capaz de ver el futuro de modo tal que ya puedas anticipar tus próximas jugadas para apoderarte del libro?-

Que sencillo que sería realizar tal acto. Poder prever los movimientos a futuro de tu enemigo, saber quien sería el primero en ponerle las manos a tan buscado libro, cómo sería la batalla final y quien triunfaría al final.

Era realmente tentadora la idea de saber todo aquello. Si, haría todo más aburrido y monótono, pero traería consigo la victoria inminente.

-no es tan sencillo cada ves que ocupo ese poder gasto la mayoría de mi energía vital no es tan fácil como párese, aun si nos adelantaramos no podria moverme en al menos 3 días- se dejo caer de nuevo en la cama -solo de pensar en eso me da sueño.. me e vuelto un demonio muy perezoso-.
Tomo una botella que estaba bajo la cama de un buen vodka bebiendola directamente de la botella -y así esta mi misión estoy retrasado -

Lo miró atónita unos segundos,para reventar finalmente en una estruendosa carcajada. No podía evitarlo, aquella escena le hacía demasiada gracia.

Cuando finalmente pudo recomponerse aún tentada por la secuencia, se sentó sobre sus cintura, rodeándola con sus piernas, quitandole de las manos la botella para decir: -Bueno.......... brindemos por eso!!- y darle un muy largo trago a la bebida blanca.

-Pfff~ Ejem... si que es fuerte!- se tumbó sobre él dandole cada tanto un buen trago a la botella, sintiendo como quemaba su garganta rápidamente.

-Por que no..........por qué no nos embriagamos!!- esas ideas alocadas que solo a ella se le podían ocurrir en un momento de distensión.

-Ya sé!!- dijo recomponiéndose rápidamente. Levantó la botella y con gran entusiasmo dijo: -Brindo por el señor de las tinieblaaaaaas~!!- y tras esto le dio un buen trago-Y tu por qué brindas?-

Se carcajeo al verla que rápido a su cuerpo le hacia efecto el alcohol.. de nuevo le dio hondos tragos a la rasposa bebida-esto si esta bueno tendré que conseguir mas de estos- se acomodo el cabello imponiendo seriedad...-nos embriagaremos - se volvió a carcajear junto a ella -esta bien quiero ver que tan potente es esto-.
Al decir el brindis le quito la botella de nuevo -yo brindo por este mundo tan lindo en el que vivimos - y de un solo trago se termino la botella ...-es la primera ves que siento esto...esto es mejor que el elixir demoniaco-

-"Lindo mundo en el que vivimos??!!"- citó en un tono hilarante para nuevamente romper en una carcajada. Al ver que con tan solo unos cuantos tragos Aeon había fondeado la botella entera, se puso en pie rápidamente: - yo me ocupo!- y salió corriendo, para volver a los segundos con una botella abierta y dos mas bajo el brazo.

-Brindo... brindo... Ah! SI!! Brindo por las vidas que tomaremos!!!- Y tras alzar la botella nuevamente volvió a beber. Corrió hasta la cama dónde su amo se encontraba tendido, dejando caer sobre las sabanas las dos botellas cerradas. -Vamos!! Brinda conmigo!!-

Se la quedo bien de forma extraña, se estaba comenzando a embriagar pero le comía el morbo por saber si se podria llegar a perder el conocimiento de tanto alcohol- a este paso nos hundiremos en el vicio antes de tocar la victoria-comenzo a reírse al verla como llegaba de apurada con las botellas en la mano.
Tomo una botella y saco la tapa con un solo movimiento -brindo por la sangre, por las cabezas que cortaremos, brindo por la futura victoria de nuestra legión!!-se prendió en la botella bebiéndola toda de un trago..

Lo miró sorprendida la velocidad con la que se atragantaba con la bebida, tras aquello rió. Hacía tiempo ya que no reía de tal forma.

-Esta bien, esta bien!- Intentó ponerse seria en vano, cerrando con fuerza los ojos como si eso la ayudara a pensar -Brindooo~ por los estragos que causaremos!- dio un largo trago -Y por los futuros camaradas!!- volvió a beber- Ah!! siii~ y también por destrozar a los sacerdotes y esa escoria de eminencia que creen tener la verdad en sus manooos~! - y ya con eso llevaba un cuarto de botella fundida.

Se puso de pie sobre la cama, y empuñando la bebida, saludó al estilo militar - Estoy a sus ordenes mi capitán!!- exclamó con el orgullo en el pecho.

-Claro que si.. este mundo arderá y tu estarás a mi lado.. juntos observaremos como todos son rostisados por las llamas de la furia- no habia sentido nada, todo estaba normal ata que se puso de pie, sintió como si no tuviera equilibrio o no controlara su cuerpo.
-Lo se, tus manos estarán manchadas siempre por la sangre derramada de nuestros enemigos- tomo de nuevo la ultima botella y dio un ultimo trago dejando la botella a la mitad -mier..- callo de espaldas sobre la alfombra profundamente dormido...

Se quedó atónita al ver como Aeon calló tumbado sobre la alfombra. Y tras unos segundos de analizar lo sucedido rompió en carcajadas.

-Mira que embriagarte tan rápido- de qué se quejaba si hasta ella ya comenzaba a sentirse mareada! De a tumbos y trastabilladas llegó a él, empujando con el pie la botella que aún aferrada se encontraba a su mano. Se inclinó y lo cogió cargando uno de los brazos por detrás de su cuello, y a la cuenta de tres se puso en pie y lo tumbó sobre la cama.

Entre risitas ahogadas lo recostó correctamente, el muy desgraciado ni siquiera reaccionó. Aquello le causaba mucha gracia... un demonio ebrio? Acaso alguien más tuvo la oportunidad de ver algo así? Seguramente era la única humana testigo de tal acontecimiento. Se tomó unos segundos de respiro.

"Qué sucederá si...." pensó mientras se posicionaba sobre él. Otra risita de lo menos inocente posible se le escapó de entre los labios. Se recostó sobre él, dejando que sus pechos se estrujaran contar el de su amo. Con cautela beso sus labios, buscando alguna reacción que pudiera causar en él.

Su conciencia se encontraba relajada por el alcohol pero aun así fue extraño de la nada estaba tirado en las calles de una ciudad *que carajo...* no se podía mover estaba inmóvil, como llego allí eso fue lo primero que llego a su mente.
Su vista observando ese panorama .. el cielo que estaba cubierto por un brillo *angeles...* se sentía tan real, de la nada un ángel descendía de el cielo *morire..*clavaba enseguida su bendito báculo en su pecho y con rapidez lo sacaba *que esta pasando..que es esto* sin darse cuenta ya estaba sobre el podía sentirla.. como su piel rosaba con la de el, se sentía suave y cálida. Un beso que fue tan realista que provoco que su respiración fuera mas pausada

Estaba de jugarretas con el pobre de Aeon. Besaba sus dulces labios de forma tierna... es que acaso el efecto del alcohol la ablandaba? ...Si, puede ser.

-Te daré dulces sueños... amo mío- le susurró en una suave voz, mientras se perdía en sus labios. Acariciaba el rostro de Aeon tan gentilmente que parecía estar rozando la más pura de las sedas.

"Con qué podrá estar soñando?" se preguntaba entre tanto.

Era aquello una ilusión? pero se estaba convirtiendo en algo muy extraño ese beso le resulto muy familiar solo había una persona, ese sabor y esa forma se besar -k..konna- murmullo con una vos entrecortada.
Siguió el hilo de ese beso pero sin ningún morbo, solo con un sentimiento de cariño y tranquilidad dejando atrás sus otros instintos..

Al sentir aquella respuesta una muequita se le dibujó en las comisuras. Esta vez era distinto, no había lujuria tras aquellos besos, solo una extraña tranquilidad y dulzura. Intentó imaginar qué estaba soñando su amo, siendo que sus besos traspasaban las barreas de la consciencia, hasta llegar a su inconsciente, marcando su sueño con su accionar.

"Se ve más tierno cuando duerme~ ♥ !!"

Después de ese beso sintió como recorrían su cuerpo su piel se erizo y ya no pudo ver mas a ese angel, el tacto desapareció y esta ves termino en la nada con un profundo sueño aunque muy dentro de el sabia lo que estaba pasando aquello a lo que temía estaba comenzando estaba sintiendo algo por un humano ..con eso ultimo quedo inconsciente.

Su cuerpo quería seguir mimándolo, pero su cerebro lentamente se apagaba. Era una feroz batalla contra el profundo sueño que se arremataba contra ella... el alcohol surtía efecto aún más rápido de lo que hubiera imaginado y sus movimientos se hacían más lentos y pesados, hasta que finalmente reconoció que perdería la batalla.

Se tumbó a un lado de Aeon, reposando su rostro sobre el hombro, sintiendo como el calor del brazo calentaba su espalda, el respirar... el palpitar. Cerró los ojos y tras un: -Que descanses....- se dejó llevar por los mares de tranquilidad y el silencio.

Se durmió sin dar una sola vuelta más.

A la mañana la luz solar pegaba directamente a su rostro impidiendo seguir con su sueño su cabeza se sentía como si fuera a estallar ni aunque se levantara y cerrara las persianas no podría seguir durmiendo.
Volteo su cabeza mirando a la dormilona konna quien descansaba junto a el, acaricio su cabello con mucho cariño y se levando con mucho cuidado para no despertarla -asi te ves tan inofensiva-sonrió cubriendo su cuerpo con una cobija y salio de la habitación pasando por los grandes pasillos asta finalmente bajar las escaleras para llegar a el jardín, la mañana era la hora del dia que mas les disgustaba pero ya hacia mucho tiempo que no entrenaba, con un chasquido de dedos los demonios esclavos le llevaban su blanco abrigo y su arma.. una katana de filo de cierra con un distintivo fino mango negro -cuanta sangre as derramado - sonrió blandiéndola haciendo fieros y rápidos movimientos girando al compás mismo que las partes caídas de su abrigo giraban de igual forma dirigiéndose a un un viejo pero duro árbol apoyando ambas manos en el mango atravesó el tronco como si fuera mantequilla y dio un giro dejando la katana clavada alli, sacudió su cabello y paso rosando ambas palmas y en menos de un segundo el tronco estaba hecho trisas dejando aparecer de nuevo la katana en mano derecha pero ahora la hoja estaba cubierta por un obscuro resplandor - después de tantos años sigues conduciendo mi poder atraves de ti como si fueras recién forjada-finalmente junto la punta de la katana con su mano izquierda y la empujo contra su palma haciéndola desaparecer -pronto tu brillante hoja sera el instrumento de muerte para tantos seres - suspiros dejando que la brisa matutina sacudiera sus blancuzcos cabellos.

Los rayos del sol se colaban fulminantes por entre el vasto ventanal, iluminando su rostro con la luz brillante de la mañana. Se dio la vuelta para que no dieran de lleno a sus ojos, pero tanto que se iluminaba la habitación que no le era posible seguir durmiendo.

Se tumbó boca arriba estirando los brazos por sobre su cabeza... hacía dos días que no veía el sol. No es como que le fascinara, pero un poco de aire fresco no le vendría mal a su resaca. A regañadientes se levantó tambaleante de la cama.. la cabeza aún le daba vueltas por lo que se detuvo junto a la gran ventana. Tras unos segundos, divisó por esta a Aeon que se encontraba de pie en el enorme jardín.

Abrió la ventana de par en par sin siquiera hacer ruido, y tras una profunda bocana de aire fresco se le quedó mirando. Al parecer estaba entrenando. Se recostó sobre el marco, observando la sucesión de movimientos.

Cuál sería una buena forma de darle los "buenos días"? La sonrisita se le marcó en las comisuras.

Estiró la pierna hasta alcanzar la Colt (le daba pachorra moverse hasta la cama) y en cuestión de segundos un disparo resonó por todo el enorme jardín. Un cuervo que sobrevolaba la cabeza de Aeon cayó ya sin vida junto a él. "Tendré un almuerzo!!" pensó entre risitas, esperando a que él se diera la vuelta para gritarle:
-Buenos díaaas~ ♥!- con un tonito bien entusiasta.

Escucho el estruendoso disparo que resonó por todas partes ...-ah mi cabeza- poso su mano derecha en la frente observando a el cuervo que venia cayendo asta el momento en que toco el suelo .
-al parecer alguien durmió muy bien - susurro casi para el mientras pateaba el cuervo haciéndolo volar de nuevo asta un arbusto , una ves hecho eso camino asta la entrada de nuevo, como si nada hubiera ocurrido, limpio sus manos con un pañuelo que después lanzo al piso - konna- dijo llamándola a la planta baja -hoy tendremos muchas cosas por hacer - por un momento había olvidado que ella era humana y los humanos comen muy seguido.. pero sus demonios no sabían cocinar tendría que pensar en algo , si claro ella cocinaría ya el mucho menos sabia sus gustos culinarios asi que solo espero a que ella bajara ...

La carita entretenida se marcaba con los rallos del sol, dibujando en sus labios aquél gesto cargoso que asimilaba a una pequeña niña divertida. Escuchó que la nombraba, para luego avisarle que habría mucho por hacer. Se separó de la ventana, estirándose por completo, dejando que todos los músculos de su cuerpo se relajase, inhalando aquél fresco aire.

Se volteó hacia el espejo y tras acomodarse la melena recordó que su ropa no se encontraba en la habitación. Torció el gesto tras recordar aquello, para dar tres pasos y abrir el enorme placar. Sin mucha preocupación tomó una camisa que en su cuerpo quedaba enorme, pero que a fin de cuentas cumpliría con su función. La ciñó a la cintura con un cinto de cuero negro y sin más, dejó que la Colt ocupara su lugar.

Bajó las enormes escaleras de regreso al gran salón, cuando sus tripas crujieron estruendosas. Se sonrojó al tiempo que se tomaba el estómago. "Hace cuánto ya no ingiero algo decente?!* intentaba recordarlo en su mente, pero por mucho que se esforzara, lo único que podía aseverar, es que en dos días no había comido nada, nada más que un elixir demoníaco y el vodka que la reventó la noche anterior.

La vio con una sonrisa en su rostro -tenemos que ir a tu casa para poder traer tu ropa aqui , pero por ahora el desayuno esta listo- el cocinar seria el problema pero nada que sus demonios no pudieran solucionar pues haces segundos había ordenado que fueran a robar comida digna de la realeza.
Entro al comedor y de dio la vuelta para quedar frente a ella y alzar las manos- sacia tu apetito con todo lo que quieras -dijo mostrando el tesoro que habían logrado juntar los demonios , suficiente para llenar toda la gran mesa.

-Espero no te moleste que haya tomado esto prestado- dijo guiñándole un ojo, para luego escuchar lo que su amo tenía para decir.

- Mi ropa? jajajaja todo lo que tengo de indumentaria es lo que sigue tirado en tu sofá!- dijo riendo abiertamente. --Lo único que tengo en aquella choza es un poco más de armamento y~ bueno, "utencillos"- quiso quitarle un poco de importancia a lo que en realidad guardaba allí. Dicho esto dieron unos cuantos pasos hacia una enorme arcada. Un increíble salón se alzaba allí, atravesado por una enorme mesa de manteles blancos, decorado íntegro en un estilo antiguo, algo así como renacentista. Sobre la gran mesa se alzaba un candelabro de cristal, enormes cuadros antiguos revistiendo las paredes, y las guardas en ese dorado añejado tan delicado y precioso.

Observó por unos instantes el gran comedor, para luego ser invitada a degustar del increíble manjar que se extendía a lo largo de la kilométrica (?) mesa.

Junto al gran arco, perfectamente en fila, se encontraban cinco demonios ocupando una extravagante y formal figura humana, vestidos con negros fracs, perfectamente limpios y planchado, de guantes blancos y lustrosos zapatos. Parecía que se hubiera transladado a un cuento de la vieja Inglaterra.

Uno de estos sirvientes corrió la silla para que pudiera ocupar su lugar. Irónicamente le dio vergüenza estar vestida de tal indecente manera al momento de sentarse a la mesa, pero qué más tenía? si hacía ya tanto tiempo no portaba elegantes vestimentas.

Frente a ella, increíbles manjares invitaban a sus ojos a pasearse por la enorme mesa. El delicioso aroma llenaba sus pulmones y le hacía agua la boca.

Devoró (con elegancia, por supuesto) cuanta cosa se le servía, hasta finalmente saciar su apetito acumulado. Cuánta relajación sintió su cuerpo tras finalmente ingerir algo. Se había acostumbrado a las vagas comidas que de vez en cuando se daba, por más que cada tanto añoraba los manjares de la alta alcurnia, que durante un buen tiempo tuvo oportunidad de degustar.

Si, hubo un tiempo que se codeaba con la gente de riqueza, asistiendo a tertulias, aquellas increíbles mascaradas (dónde siempre había algún que otro muerto) y vivía aquélla vorágine a la que más de uno nacido en cuna de oro estaba acostumbrado. Pero al pasar los años, la guerra, aquello perdió su encanto y belleza. Solo quedaba asesinar, y de qué servirían los elegantes vestidos, si siempre terminaban hechos jirones y manchados con sangre.

Allí fue cuando su vida se hizo austera, lejana de lo que una vez fue. Aburrida de los encantos del dinero y las joyas, las armas fueron sus verdaderos tesoros. Ya se había hecho costumbre andar de ropas comunes, cómodas para las batallas... No recordaba cuál había sido la última ocasión donde utilizó tacones altos. Aquello le causaba gracia.

-En fin, que hemos de hacer hoy? ....Amo mío- preguntó una vez vaciada la copa frente a ella.

-Ya que dices que en tu morada tienes armas me parece una buena idea ir a ver que tanto tienes y también me da curiosidad en que lugar vives - Tomo del banquete un poco de gelatina jugando con sus dedos -aunque pasen milenios nunca me acostumbro a la comida de los humanos- llevo su dedo indice y medio a la boca relamiendo los restos de gelatina.
Hoy no seria mala idea salir y dar unas cuantas vueltas nunca se sabe que se puede encontrar-también iremos a buscar a unos cuantos compañeros-ronroneo dejando sobre la mesa el pequeño tazón vació y saco de su bolsa un par de guantes blancos y se los puso completando así su traje.-Come tranquila y descansa tenemos todo el dia y la noche para hacerlo-

Casi se atraganta al escuchar aquello sobre "el lugar dónde vives". El gesto se le torció, literalmente era un cucha de perro, ya que se había quedado sin nada. Tenía goteras, hecho de chapa y escombros, frío y lúgubre y del tamaño de un gallinero. No quería saber absolutamente nada de nada con que viera aquél lugar. "Por Dios que vergüenza, quién no se sentiría así tras ver semejante mansión, y llegar a ese sucucho y decir: Si, mi "casa"... Creo que me infartare..."

Sin darse cuenta su rostro reflejaba sus pensamientos, que no eran de lo más positivos a decir verdad.

-Al margen de eso! ... compañeros has dicho?- aquello último con verdadero interés. Le daba curiosidad de dónde los sacaba, en su caso había sido más la "casualidad" que otra cosa, pero como es que ya sabía de los demás?

Se puso en pie, y a medida que se le acercaba, tomó un ramillo de uvas negras, llevándose de a jugueteos una a la boca, y luego entregándosela en los labios a su amo.

-Aquello si me da curiocidad y un cierto entuciasmo...-