Mi humilde morada

El estado en el que se encontraba ahora, ya no tenia mas motivos para seguir sometiendo su cuerpo a la transformación demoníaca, aquel beso que ella le dio.. ya no tenia toques de lujuria ahora eran solo el sentimiento aquel maldito sentamiento por el cual estaba atarantado por ella.
Su piel regreso a la normalidad a igual que su cuerpo endemoniado tomar aquella normal figura que se asemejaba a la de un humano. Abrió sus ojos de golpe al toparse con aquel panorama, aquella cama cubierta de fluidos, aquel cuerpo manchado de sangre de su amada Konna -que paso aquí?- solo esa pregunta se escapo de sus labios, su cuerpo estaba cubierto de fluidos corporales, lo único que recordó fue aquella confesión que le había hecho... por lo que supuso que en aquella oleada de rabia había perdido el control -no hice nada malo verdad-.

Sin aviso previo, el cuerpo de Aeon regresó a su habitual figura, recobrando sus ojos claros, la tranquila mirada que muy poco le duró al ver el escenario que se encontraban.

La sorpresa abordó a la muchacha tras ver como el demonio se sumía en la misma expresión.

-Que paso aquí?- preguntó él observando el desastre frente a sus ojos. Los cuerpos manchados de sangre, las sábanas empapadas, el desorden de aquella habitación -...no hice nada malo verdad?- preguntó clavando la atónita miada en aquellos ojos verdes que sorprendidos lo observaban.

Se alejó unos centímetros de él quedando en silencio unos instantes -A caso... no recuerdas nada?- Ambos tenían la misma cara de desconcierto. Tras lo ocurrido, no podía creer que no tuviera consciencia por lo menos de sus actos. Si esto era cierto, Aeon había perdido completamente la consciencia y raciocinio durante el transcurso de tal acto.

"Sabes la forma en la que los vampiros adquieren información?,la sangre nos cuenta historias como si nosotros las hubiéramos vivido ... no me perderé de un evento como este" Recordó aquella charla que tuvieron antes de regresar a la mansión para que su amo cayera en aquél profundo letargo.

Si acaso eso era verdad, sería la forma más "ilustrativa" de contarle lo que sucedió. Extendió su muñeca apoyándola sobre los labios contrarios -Vamos bebe!- le dijo aún un tanto sorprendida e inclusive intrigada, qué cara pondría Aeon tras revivir por medio de su sangre lo que aconteció minutos antes?

Estaba a la expectativa, esperando ver la reacción del demonio ante aquellas vivencias. En qué momento había perdido por completo la consciencia? No era capaz de distinguir aquel instante.. A caso fue al confesarle parte de su pasado? O fue luego, cuando los instintos dominados por la lujuria se apoderaron de él?

Aún así, lo mejor sería ver su rostro tras beber de su sangre.

-Recuerdo hacer escuchado tu obscuro secreto y los actos de dos demonios que ya pronto serán los mas buscados en el mundo de las tinieblas- apretó sus puños al recordar aquella narración de la infancia de su amada. Aquel tono en el que ella le hablaba parecía ser algo realmente importante pero que podría haber sido?, lo que venia a su mente era que había terminado inconsciente por aquel cambio tan drástico en sus emociones pero de ser así la habitación y sus cuerpos no se encontrarían en ese estado.
En aquel intento desesperado de que el recodara lo que había pasado ella le ofrecía su muñeca suplicando ser mordida-eres muy astuta.. amor- sin prepararla antes encajo sus colmillos en su muñeca, el sabor que le era tan exquisito ahora suplicaba ser bebido, llevo sus mano a la extensión de su mano que estaba siendo mordida aferrándose a esta.Los recuerdos de ella se hacían visibles de nuevo en su mente incluso las sensaciones que ella había tenido momentos antes de que el recuperara la consciencia, dejo de beber de golpe y limpio la herida con sus dedos - termine rematando toda mi rabia contra tu cuerpo... pero pareciera que no te molesto mucho eso~~- se llevo los dedos cubiertos por la sangre contraria a la boca

Con aquellas palabras se esclarecieron las dudas. Aeon tomó entre sus manos la muñeca que tan fervientemente fue servida, clavando en ella los afilados colmillos para recobrar los recuerdos que nunca tuvo.

Tras aquél comentario un gesto un tanto burlón se escapó por una de sus comisuras. Cómo quejarse? Si había sido una noche excepcional... Limpió con la yema de sus dedos una gota en los labios de Aeon, para luego depositarla en los labios ajenos al tiempo que decía: -Será mejor que descansemos, mañana será un día agotador.- y le dedicó una sonrisita para luego continuar -Como te decía, por qué no esta noche te mudas conmigo de habitación, mis sábanas siguen limpias- y le guiñó un ojo invitandolo a sus aposentos.

-Tienes razón, ahora mi habitación no esta en condiciones de servir para descanso- su cuerpo se sentía tan desgastado en ese momento que solo quería tirarse en el piso y quedarse ahí pero eso seria demasiado extremista asta para el, pero ella aunque estaba obviamente desecha después de tal noche que había pasado no reflejaba mucho desgaste , tal ves eran efectos de su sello de maldición que ni el mismo sabia que podrían ocurrir -que extraño- murmuro.
-Tienes toda la razón deberíamos ir a descansar pero antes un baño no estaría mal - la tomo de la mano y la camino junto a ella asta la puerta de su habitación sin importarle mucho el detalle de dejar la puerta de su cuarto abierta pues los demonios se encargarían de eso, una ves dentro de aquella ordenada y limpia habitación de puso frente su amada con una sonrisa pintada en los labios -entonces me acompañaras en la ducha?-

-No hace falta que me lo pidas- dijo conduciéndolo dentro de su baño para tras sentarse al borde de la tina, abrir por completo la llave de paso del agua caliente llenando el cuarto de un blanquecino vapor.

Lo tomó de la mano invitándole a entrar. Con cuidado y cariño talló su espalda, limpiando los vestigios de la ajetreada noche al tiempo que observaba como la herida de su muñeca volvía a sanar.

-Para mañana hay un sin fin de preparativos, lo único que te diré... es que busques tu mejor traje. A lo largo de este mes... me tomé el atrevimiento de hacer algunos "arreglos" en tu ausencia para el día en que despertaras nuevamente...- una pícara y macabra sonrisa se dibujó imponente en su rostro. -Por lo que mañana será un día especial- cierto júbilo y emoción fueron presentes en aquellas palabras.

-Piensa claramente que deseas hacer con el Deathmask Divine, por que necesitarás tener las ideas en claro- aquello dejaba un mensaje entre líneas que solo él podría descifrar. Se apoyó sobre la espalda del demonio para dejar reposando su mentón en el hombro contrario... -Espero les guste la sorpresita ♥~ ^^ -

Ahí tenia otra sorpresa mas porque aun tenia la fuerza como para darle un baño de esponja incluso el siendo su amo se sentía un poco extraño ser duchado por el - esta bien supongo que as de haber planeado algún evento importante, trate de estar con mi mejor atuendo y con un hora perfecta de llegada - con aquel vapor que rodeaba el cuarto de baño y las burbujas de la tina había dejando de estar sucio, su piel no tenían una sola mancha de aquellos fluidos corporales -trata de no adelantarme demasiado, suelo ser curioso con la sorpresas-.
-Creo que lo mejor seria que te deje el baño libre para que te asees- salio de la tina y cubrió su parte baja con una toalla caminado hacia donde se encontraba konna -por cierto.. gracias por el baño ~- la tomo de su cuello y le robo un cálido beso -te estare esperando en tu cama- sonrio dejándola sola. Ahora su gran recompensa le esperaba, aquella no tan grande pero igual cómoda cama, cerro sus ojos y se dejo caer sobre ella.

[[A partir de aquí comienza lo relacionado con la fiesta en la mansión. Los del escuadrón Deathmask Divine ya tienen las instrucciones y detalles pertinentes que se les fueron enviados por MP. Para los que no pertenecen a este grupo: La velada es un acontecimiento social, dónde asisten no solo humanos de las altas esferas sociales, sino también los demonios de alta estirpe. Todos allí presentes por motivo SOCIAL. Si quieren participar, adelante! Pero la idea es evitar un enfrentamiento a la vista de los invitados! Queda claro? Por ende, si se quiere rolear un combate, que sea por favor lejos de los invitados (puede ser en el patio trasero, a las afueras de los terrenos de la Mansión, etc) Pero sepan que son bienvenidos a participar como infiltrados (si es que eso le pone un poco más de pimienta al asunto!) y la modalidad será el "Mio" (cualquier duda, mandarme MP) ~Konna~ ]]





Esa sonrisa otra vez refulgente en sus labios tras aquél dulce beso robado. Terminó de bañarse para unirse a su amado que se encontraba en el séptimo sueño... -Dulces lunas... mi amor- y dicho aquello cayó rendida presa del cansancio.


El día siguiente se aventó sobre ellos de una manera inesperada. A causa del agotamiento arrastrado, no fue capaz de abrir un ojo no hasta por lo menos el medio día. Al despertarse, el sol se colaba levemente por uno de los ventanales, dejando ver el vuelo de aquellas diminutas pero numerosas partículas de polvo. Era hora de ponerse en marcha.

Se levantó y vistió sin emitir sonido alguno, lo dejaría descansar hasta la hora culmine de aquél día.

Salió de su habitación apresurada hasta el despacho que tanto le agradaba, dónde un sirviente la esperaba con su religiosa taza de café recién preparado. "Cómo hacen estos tipos? Es como si te tuvieran vigilado las 24 hs del día" pensó para su fuero interno siendo que siempre parecían anticipar sus deseos.

Se acomodó en el sillón de un cuerpo tras el gran escritorio -Cierren las puertas, el día llegó- ordenó a los sirvientes presentes. Los últimos preparativos de organización sería dictaminados en esa pequeña reunión.

Al rededor de las cuatro de la tarde todo el personal de la mansión estaba increíblemente atareada. La mejor vajilla con la que contaban se paseaba de lado a lado entre las enormes habitaciones. Una interminable alfombra roja se desplegó sobre el piso de marfil desde la escalera principal hasta la increíble puerta de entrada. Arreglos florales se dispusieron en cada habitación de la mansión, delicadas copas de cristal se disponían sobre la larga mesa del elegante comedor. Todo estaba siendo decorado tal y como se había ordenado. En la cocina las manos no daban a vasto preparando los manjares para aquella ocasión. Tendría que haber una gran variedad de "platos" ya que los comensales eran un tanto particulares.

La hora se aproximaba rápidamente y casi todo estaba listo, pero había algo que le llamaba la atención.... Dónde se había metido Tao durante todo el día?

Al subir las escaleras en dirección a la habitación de la minina, uno de los sirvientes le entregó aquello que estaba esperando. Una gran caja con un precioso listón color rojo en la parte superior. Tras agradecerle y tomarlo en sus manos llegó al destino. Tocó la puerta y se adentró en el cuarto.

-Oye Tao!! Te tengo una gigantesca sorpresa!!- dijo contenta dejando la gran caja sobre la cama -Quiero que abras ésto y me digas que te parece!- Pero al darse cuenta, la minina no se encontraba allí. Tomó pluma y papel, dejándole sobre el paquete una pequeña carta manuscrita.

"Tao, te dejo aquí un pequeño obsequio, espero que lo vistas esta noche ya que te tengo otra sorpresa como compensatorio por tu arduo entrenamiento. Espero sea de tu agrado, Konna"

Al terminar allí, se dirigió directo a su habitación, pronto serían las 8 de la noche, hora de citación de los invitados. Debía estar todo prolijo y en orden ya que todo estaría pronto a dar comienzo.

Sobre su cama, un hermoso vestido de gala reposaba allí .De un verdoso oscuro hacia resaltar la claridad de sus ojos del mismo tono pero más cristalinos y entallando su delicada figura. Bajo las final telas del vestido, y siendo costumbre inquebrantable, escondió su fiel Colt en una funda que portaba en una de sus piernas.

Spoiler:

Se recogió el cabello con cristales como adorno que hacían juego con la joyería especialmente seleccionada para la ocasión; se calzó los largos guantes y los zapatos de tacón. Tras una empolvada de nariz y unos labios rojos carmesí cuidadosamente delineados, se dispuso a salir de la habitación. Uno de los sirvientes fue mandado con la tarea de despertar de sus sueños al dueño de la Mansión, y anfitrión sorpresa de esta espectacular velada.

Las cosas estaban saliendo inclusive mejor de lo que se especulaba, Se dirigió al recibidor de la Mansión, y con la primera copa en mano, repasó cada detalle pertinente. Ahora solo faltaba la llegada de los invitados para que la velada comience.

Al día siguiente aquella incomoda obscuridad de nuevo lo obligaba a levantarse de la cama, cuando volteo la mirada a su lado contrario el se encontraba solo en aquella habitación de su amada -como es posible que siempre estés tan llena de energía- aquellas ganas de seguir durmiendo lo invadían el placer de dormir asta tarde~~.-hmm acaso tenia que hacer algo importante hoy?- "Para mañana hay un sin fin de preparativos, lo único que te diré... es que busques tu mejor traje. A lo largo de este mes... me tomé el atrevimiento de hacer algunos "arreglos" en tu ausencia para el día en que despertaras nuevamente...".-Ah este paso terminare llegando tarde..- inmediatamente salio de esa habitación y se aproximo a su cuarto donde por el bienestar de sus propios demonios mas le valía que su cuarto estuviera arreglado y limpio, aquella habitación no tenia nada que ver con lo que había observado la noche anterior, las cortinas y la ropa de cama había sido cambiada al igual que la alfombra mucho menos podría observar una sola migaja de polvo en aquel lugar .
Sobre la cama estaba tendido un fino traje de color negro de singular diseño,aquel era idéntico a su traje de gala blanco solo que este era negro y a su lado estaba una corbata color carmesí *supongo que fue obra tuya.. siempre pensando en todo* dejo caer la toalla que cubría parte de su cintura hacia abajo e inmediatamente se vistió dejando por ultimo adornar ese traje con una capa negra aquel traje paresia digno de asta el mismísimo rey. Acomodo su desordenada cabellera y salio de aquel lugar,los demonios estaban muy activos ese día andaba de un lugar a otro,chasqueo sus dedos para que estos inmediatamente se detuvieran-antes de proseguir con las labores que konna les a dado, quiero que traigan antes mi una voluptuosa rosa ante mi- se dirijo a aquel trió de demonios que bagaban por el lugar,uno de ellos desapareció de su vista por unos cuantos segundos y se reincorporo inmediatamente con aquel pedido se su amo en las manos entregándoselo con una reverencia como muestra de respeto-pueden proseguir- .
Aquel lugar pronto estaba siendo ordenado y se podía ver desde la escaleras aquel fino lugar muy bien adornado pero sin perder ese toque tétrico que era característico de su "humilde morada" , al bajar las escaleras se topo con su amada que se encontraba de espaldas con una copa en las manos-Mi amada reina de las tinieblas-intentando romper con aquella tensión que ella tenia busco distraerla un poco, al momento en que su contraria se dio la vuelta para encontrarse con su mirada el se inclino haciendo un reverencia , posando esa rosa con espinas en el tallo en sus labios...

Estaba de aquí para allá revisando cada detalle. Ya todos los sirvientes vestían impecables fracs, las flores estaban en su lugar, recién le habían informado que todo en la cocina estaba listo, las luces y velas, las alfombras, la vajilla en la mesa principal, todo parecía estar listo, incluso la orquesta ya se había ubicado en sus lugares.

Se detuvo un instante al pie de la escalera tomando un respiro. Uno de los sirvientes pasó junto a ella, lo detuvo preguntando cuántos invitados confirmados había en la lista. Y se sorprendió al oír el número.

-365 My Lady- respondió el joven demonio para luego retirarse.

"Wow..... Va a ser una laaaaaargaaaaa nocheee~" pensó para sus adentros mientras le daba un buen sorbo a su bebida. La voz de Aeon la distrajo de sus pensamientos.

-Mi amada reina de las tinieblas- pronunció por detrás de ella, es decir, desde el descanso de la escalera. Al darse la vuelta y toparse con los cristalinos ojos de su amado, éste le hizo una solemne reverencia, enmarcando sus labios de marfil con las hermosas líneas de los pétalos de aquella pura rosa.

-Amor...- una sonrisa se pintó en sus labios -Espero te halla gustado el traje- dijo acortando al distancia entre ambos, y tocando con la yema de los dedos la corbata que vestía. -No estaba segura si dejarte la color zafiro o la carmesí, pero creo que esta te sienta mejor... Sobre todo cuando pierdes el control y tus hermosos ojos se tiñen del mismo color- susurró aquello último sobre los labios contrarios enseñando una enorme y gratificante sonrisa.

Se separó de repente, caminando por el recibidor. -Dime! Qué te parece? Te ha gustado la decoración?- extendía los brazos enseñando aquél hermoso lugar. -Oh, cierto! No he visto a Tao por ningún lado el día de hoy, a caso tienes idea de qué le ha sucedido? le dejé el vestido sobre la cama, pero bueno... aún no ha aparecido- dijo con un tono un tanto preocupado. Uno de los sirvientes se detuvo junto a ella, anunciando que solo faltaban treinta minutos para que las pertas de la Mansión se abrieran para comenzar a recibir a nuestros invitados.

-Lo sé, lo sé. Te dirán que la fiesta anual se ha adelantado este año...- le dijo a Aeon anticipándose a lo que seguro serían sus siguientes preguntas. -Lo sé amor mio, estuve investigando. La mansión Castlevania ofrece una fiesta anual de gala a todos los hombre de riqueza y poder que han quedado. Sin mencionar que de alguna forma proliferan como conejos ¬¬.... EJEM- Por lo que me tomé la molestia de esta vez... adelantar un poquito la fecha. Revisando las listas anteriores, y gracias a tu... agenda... confeccioné la lista de invitados actual. Nos han confirmado 365 personas, entre ellas: aristócratas, comerciantes de alta estirpe, demonios de clase alta, y como sorpresa final.... Miembros del Deathmask Divine, por lo cual, más tarde tendremos una pequeña reunión en "familia"- dijo exagerando un poco sus movimientos como si de una pequeña puesta en escena teatral se tratase. -Así que... estate listo mi amor-

Se detuvo por ese momento como si se quedara en blanco ese momento observando de pies a cabeza a konna, era la primera ves que la miraba con un vestido y con un tono muy dulce asta resultaba muy femenina.
-N..no es muy vergonzoso que me hagas recordar eso... solo así ves mi verdadero cuerpo y mis instintos salvajes- un leve sonrojo cubrió sus mejillas haciendo que el desviara la mirada para que ella no se percatara de aquello-pero si, esta nueva versión de mi traje me ha encantado, es mucho mas elegantes te lo agradezco mi amor- como muestra de gratitud se hacerlo y robo un beso de sus dulces y rojizos labios.
Taokaka con un vestido?, ahora que hacia memorias nunca había despojado a la minina de aquella capucha -debe estar jugando por la mansión, sabes no me hago la idea de que ayas logrado educar a Tao porque siendo franco nunca me imagine que podría ver a esa nekogirl con un vestido-.
-Es algo un poco precipitado hacerla tan temprano pero tenia marcada en esa agenda a muchos de los nuevos aristócratas en el lugar,también sera una muy buena oportunidad para marcar mejor las acciones en nuestro papel de búsqueda, tengo que dar el aviso de que comenzara la búsqueda de "El Libro De Las Mil Verdades" , hacernos de unos cuantos aliados con mucho poder nos dará muchas mas ventajas, pero hay algo que tengo que pedirte, ya que antes era mas bien una simple junta no me sentía tan solitario por la poca presencia femenina, hmm esos empresarios vendrán acompañados de sus esposas y yo... quería pedirte que si esta noche quieres hacer el papel de mi esposa- sonrió extendiendo su mano dejando a su alcance aquella rosa -sera divertido, un demonio seria tu esposo-.

((Ufff~ se viene lo shojosoooo!! XD ♥))

-Si, si, Tao con vestido, pero no te preocupes.... aún quedan sorpresas- aquello último sonó tan pícaro y misterioso que realmente dejaba pensante a cualquiera.

Las palabras de Aeon le dieron el punto de acierto. Había dado al blanco con los invitados, haciendo que fuera una noche verdaderamente prometedora. Ya todo estaba organizado y a la espera de la cuenta regresiva.

Parecía que su amo estaba conforme con aquél particular evento, pero algo la descolocó ni bien escucharlo. - pero hay algo que tengo que pedirte...- lo observó un tanto indignada -...Pedirme?- se volteó a verle de frente, el prosiguió: -....ya que antes era mas bien una simple junta no me sentía tan solitario por la poca presencia femenina, hmm esos empresarios vendrán acompañados de sus esposas y yo... Lo miraba intrigada. "Solitario? ......Presencia femenina? .........Acompañados?......... Pero de qué habla?"

Observó los cristalinos ojos del demonio frente a ella y por un minuto se perdió en sus pensamientos.... "Es sorprendente.... Nunca pensé que el traje le quedara tan bien... marca de una forma sublime los perfectos rasgos de su rostro... más que un demonio... parece.... AHHH!! QUÉ DEMONIOS ESTOY PENSANDO?!!!! .....(Ò_Ó)........ FUU FUU, las idioteces que generan el tabú (¬_¬U) Ya me estoy poniendo melosa!! Jeh... yo?........ MELOSA? JUAJUAJUAJUAJUA!!!! Tengo que estar idiota....... un segundo....... pero..... (O//_//O).... si él me pone idiota! Ooooh dios~ Qué me has hecho? Mi corazón late fuerte estando junto a él..... (> //// <) ~♥ ..........OK, NO!!! BASTA!! tengo que cortar con esta chorrería de idioteces y concentrarme (¬ //// ¬")......... Dé que me estaba hablando Aeon~ ♥" y tras desidiotizarse lo miró nuevamente de lleno a los precioso ojos que cautelosos la observaban.

-...quería pedirte que si esta noche quieres hacer el papel de mi esposa- ((OK, eso si que no me lo esperaba o.o)) Lo observó sorprendida e increíblemente se quedó sin habla. Aeon le extendía la rosa con la cual se había presentado tan solo un par de minutos atrás.

-Yo... yo...- tartamudeó por unos segundos sin poder organizar las ideas tras aquella sorpresa. -Sera divertido, un demonio sería tu esposo- y una amplia sonrisa se pintó en sus labios carmesí. Tras dar un paso al frente tomó la rosa para percibir su delicado aroma, y al levantar la mirada y toparse con el rostro de su amado asintió sin dudarlo: -Yo... estaría encantada de ser tu.. esposa, amo mío- aquello iba no solo con un doble sentido, sino que sería mas bien un triple sentido; y le dedicó la más sensual de sus miradas.

-Entonces ya que no hay objeción.. puedo besar a la novia verdad?-dejo salir una cálida sonrisa mientras la tomaba de sus mejillas para que aquel beso no fuera nada común, un cálido y muy apasionado beso fue con el que profano de nuevo su boca sellando aquella propuesta.
Acaricio su mejilla alejando su rostro - después de todo nos amamos no es así?,podría decirse que es como si estuviéramos casados o al menos por mi parte no dejare que te alejes mi ♥-no solo era por sentir aquella soledad , seria que muy dentro de aquel demonio realmente quería sentir eso que los humanos hacían lo que llamaban casamiento *una boda no estaría nada mal ^^ * oh puede leer mis pensamientos DX.
Se dio la vuelta apenado- e..entonces sera mejor que se de una ultima revisión solo para ver que todo se encuentre a la perfección no queremos que la elite se lleve una mala impresión de la mansión castlevania- dijo de forma nerviosa.

"Besar....... a la novia?" Sintió como la tela de los guantes de Aeon rozaban la piel de sus mejillas, mientras aquellos besos profanadores robaban de sus labios el mas dulce y profundo de los besos, cerró los ojos y se dejó llevar. Se separaron suavemente, deleitándose con el dejo de sabor en sus bocas.

-Después de todo nos amamos no es así?,podría decirse que es como si estuviéramos casados o al menos por mi parte no dejare que te alejes mi ♥- y eso la hizo sonrojar levemente al escuchar el tono posesivamente seductor con el que pronunció aquellas palabras.

*una boda no estaría nada mal ^^ * ese pensamiento llegó claro y fuerte a su mente, y no pudo hacer más que quedarse dura mirándolo.... "Una iglesia, un vestido blanco de cola, arroz volando por los aires................ Pero qué demonios estoy imaginando? UN DEMONIO CASÁNDOSE POR IGLESIA???!! ...........hay dios.... que estupidez.... U_U"

- E..entonces sera mejor que se de una ultima revisión solo para ver que todo se encuentre a la perfección no queremos que la Elite se lleve una mala impresión de la Mansión Castlevania- la voz de Aeon sonaba torpe y dubitativa, volvió a sonreírse, para darle la vuelta y verlo de frente.

-No te parece....- Tomó una servilleta que estaba guardada en el bolsillo izquierdo del saco del demonio -....que es un poco pronto para casamiento?- le pintó una enorme y comprensiva sonrisa mientras que con el pañuelo le quitaba delicadamente los restos de rouge. -Y por los preparativos no te preocupes, hablas con una mujer que sabe moverse entre ricachones- Y un demonio entro apresurado al recibidor.

-My Lord, My Lady.... Ya es hora de abrir las puertas- sentenció uno de los sirvientes. Dejó la copa a manos de uno de los demonios a sus servicios y se dirigió jubilosa a recibir a los invitados. Aeon debía acompañarla y tal y como correspondía de un anfitrión de alta estirpe.



Las enormes puertas principales se abrieron. Los carruajes se sucedían uno tras otro, lujosos y ostentosos, impecables trajes lucían aquellos que asistían. Uno a uno subían la larga escalinata. El demonio de frac junto a la puerta, en sostenida voz anunciaba a cada uno de los invitados con nombre, apellido y hasta título honorífico.

- Conde Francoise Montriel, acompañado de la Condesa Charlise de Montriel. Barón William Shaw, acompañado por la Baronesa Marian de Shaw.- y así uno a uno los anunciaba con vigorosa elegancia.

Como anfitriones, nuestro deber era recibir a todos aquellos invitados, cruzar unas cuantas palabras con cada uno, y ocuparnos de que no nos faltara nadie. Era una falta de cortesía que una vez adentrada la velada, no se hubiera saludado a los invitados de mayor importancia.

El recibidor rápidamente se iba llenando. Hermosos vestidos con elegantes detalles deslumbraban los ojos de los impecables caballeros, a su vez que éstos provocaban más de un suspiro disimulado de parte de las señoras. Lo más entretenido de todo aquello........ es que los invitados no sabían el verdadero secreto. No solo humanos de alto nivel asistían a aquella magnífica velada, sino que mezclados entre ellos, la Elit Demoníaca también hacía acto de presencia, aprovechando aquella ocasión para afianzar lazos de conveniencia en su disimulada forma humana.

Las bandejas con el más fino vino se paseaban de lado a lado por el vestíbulo, el barullo de la gente que entraba en la mansión fue opacádo por las primeras notas de la orquesta, que melodiosa dio un ferviente recibimiento a todos los invitados.

-Vamos, debemos hacer la gran entrada- y le guiñó un ojo mientras lo arrastraba por una escalera secundaria al piso superior.

Si algo era costumbre, era que el Anfitrión de la velada se presentara descendiendo de la escalera principal, acompañado por su mujer e hijos (en caso de tenerlos), y que desde allí de la bienvenida a los invitados y de comienzo a la velada.

Ya se le había informado que la mayoría de los invitados se encontraba presente, por lo que se volteó a ver a su amado: -Estas listo?- y lo tomó elegantemente del brazo, lista para presentarse como la mujer de Aeon Castlevania.

-No quise decir eso, supongo que he convivido tanto con humanos que estaba comenzando a creer que podría ser uno... pero te imaginas a un demonio que esta teniendo un boda en un lugar tan obsceno como una iglesia?- de nuevo se sentía aquel pequeño demonio con el trato que recibía por parte de ella asta que uno de sus sirvientes interrumpió aquella escena dando aviso que la hora de inicio de la fiesta estaba próxima, el trotar de aquellos finos caballos que portaban los carruajes comenzaban a hacerse mas próximos.Antes de que el pudiera decirle algo o al menos decirle que tenia planeado ella ya lo arrastraba por las escaleras, eso quería decir que ella había pensando muy bien en que ocurriría en cada fracción de tiempo durante la fiesta.
El demonio que siempre se había visto como un aristócrata soltero ahora tenia a su lado a su amada "esposa" y el simple hecho de esto llamaría mucho la atención entre los invitados que ya lo conocían desde tiempo atrás, al ver que ya todos los invitados se habían presentado era hora de hacer la entrada triunfal con konna. Como era de costumbre un sirviente se paraba a un lado del marfil de las escaleras presentado al anfitrión de la velada mientras ente bajaba por las escaleras junto a su amada solo que esta ves el demonio agrego a konna como su señora esposa y como ya lo tenia previsto causo desconcierto entre los invitados *y entonces comenzara la fiesta por motivo de nuestra unión* voleo a ver a su contraria con una sonrisa mientras se encontraban ya frente a los invitados que observaban a su amada de pies a cabeza claramente insinuando el hecho en que un aparente "chico de 19 años" se encontrara siendo esposo de alguien mayor que el.

Se dio "luz verde" a la entrada del anfitrión. Paso a paso bajaban lentamente la larga escalera cuando aquél pensamiento acompañado de una dulce sonrisa quebrantó sus pensamientos. Le devolvió la sonrisa imáginándose los comentarios de los intrigados invitados.

El demonio de frac, sirviente de la mansión fue el portavoz de su entrada.

-Señoras y Señores, su atención por favor!- la multitud acalló girando en dirección a la escalera principal. -La Mansión Castlevania tiene el honor de presentar ante ustedes al anfitrión de esta maravillosa velada. Demos la bienvenida al Conde Aeon Castlevania y a su bella esposa, la Señorita Konna de Castlevania-

La multitud quedó absorta. En vez de escucharse los tradicionales aplausos, un sin fin de murmullos llenaron las bocas de los presentes.

-Señora? Se ha casado?-
-Es increíble, la señorita es mayor que él?-
-Pero cuándo ha sucedido? Si hasta hace poco tenía entendido que estaba soltero...-

Un sin fin de comentarios en susurros se aventaron en el gran salón, y ella, cautivadora de todas aquellas miradas, no pudo hacer más que ruborizarse. Fue lo único que se le pasó frente a las narices... Qué pensaría la gente de un Conde que aparenta unos jóvenes 19 años, casado con una dama de una notoria mayor edad, y de forma tan repentina?

*Madre santa.... Se nos vendrá encima un sin fin de cuestionamientos... Espero tengas ágil tu imaginación, por que tendremos que inventar una buena historia para todo esto* dejó que Aeon leyera sus pensamientos claros como el agua.

Finalmente la lluvia de aplausos se hizo presente opcándo las vociferaciones de la gente. Llegaron hasta el descanso de la escalera principal de marfil, y tras una buena bocanada de aire, ella misma dio inicio a la reunión.

-Buenas noches a todos! En primer lugar, quisiera agradecer su presencia en esta velada tan especial.- la gente nuevamente acalló, y esta vez la oían intrigados, no era habitual que la mujer fuera quien diera las primeras palabras. Se volteó a ver a Aeon con ojos cómplices, para luego volver a dirigirse al público - Y en segundo lugar...- se tomó unos segundos para pronunciar lo siguiente...- Me refiero a esta velada como especial por que como se habrán enterado ya, la dicha nos ha tocado, uniéndonos en un lazo de eterno amor- lo tomó por la mano poniendo su mejor cara de "esposa feliz y superdeduperhiperecontra enamorada" -Y en esta ocasión tan particular, decidimos que era tiempo de presentarnos en sociedad como el Conde y la Condesa Castlevania- una impecable sonrisa se estampó en sus labios, mostrando esa imagen de la "esposa perfecta" que ante los ojos ajenos ninguna falla poseía. y tras escuchar los primeros aplausos, se volteó a su amo, clavándole los verdes ojos, y en un suave movimiento robarle el más sincero de los besos. Aquello confirmaría sus palabras, de modo que nadie podría dudar de su estado actual. - Y finalmente y sin más preámbulos... Esperamos sinceramente que disfruten de esta noche. Que de comienzo a la velada!- y la orquesta comenzó a tocar fervorosa mientras los incesantes aplausos retumbaban en el salón.

Tras recomponer la postura, guiada por el brazo de Aeon, finalmente bajaron por completo la escalera. *Uuuuf~ lo dije antes y lo diré de nuevo... va a ser una laaargaaa nooooocheeee~* pensó mientras soltaba un discreto suspiro para que él leyera sus pensamientos.

La gente se aventó sobre ellos, haciendo preguntas, dándoles la bienvenida. Ahora habría que pasar la parte "social" de la cuestión.

Como siempre Aeon se quedaría con una media sonrisa mientras escuchaba atento cada una de las palabras de konna, en su interior no podía contener una carcajada pero reírse de esa manera frente a toda la aristocracia seria un grabe error, cuando por fin termino la presentación y la exposición del motivo por el cual se hacia alusiva la fiesta.
Uno de los demonios ya los esperaba al final de las escaleras con un par de copas de vino, aquella gente adinerada y poderosa paresia que muy dentro de ellos seguían sin crecer aquellas palabras de que el se había casado e inmediatamente se abalanzaron a el y a su amada con un sin fin de preguntas y comentarios *había olvidado como eran de curiosas este tipo de personas* con esa misma amplia sonrisa simplemente dijo: -caí preso del amor y ahora tengo la dicha de tener una hermosa y fiel compañera - *sobretodo fiel verdad? ¬¬ *, antes de que conociera a konna muchos de los condes ya habían ofrecido la mano de sus hijas por lo que ahora se encontraban con un rostro indiferente - pero esto no va a cambiar en lo absoluto nuestra intima alianza ahora vuestras esposas también tendrán una compañera mas, mi querida "esposa"- tomo la copa dando un sorbo a aquel fino vino que se estaba sirviendo en la fiesta.
Su rostro cambio y se puso serio después del sorbo-también hay un segundo punto en esta fiesta, debido a que cada ves sus empresas solicitan mas el uso de nuestros servicios y ha cambio se han llevado el mejor de los resultados todo este tiempo, la casa solicitara un aumento de un 30% mas en lo que a nuestro pago corresponde- aquellos humanos y algunos demonios que también asistían a la fiesta se quedaron en silencio pensando aunque esto seria entregar mas de sus riquezas valía el precio, porque después de todo nunca se preguntaron como esa gente a sobrevivido a la devastación en la que vivimos.Cada uno de ellos asistió con la cabeza y afirmaron que el nuevo contrato con incremento seria firmado-entonces ya que están sabidos de esto, antes de que termine le evento se ara la nueva firma... mientras disfruten de lo que la casa Castlevania les ofrece esta noche- *así es como nos aremos de mas y mas poder amada mía..*

"Un cielo nocturno cubierto por estrellas, brillantes luceros que centelleantes como diamantes acompañaban el paso de la imponente luna sobre el firmamento."

La noche anterior había tenido una cena con el señor Sir John Van Hoover y su adorable esposa. Siendo ellos tan devotos de la Santísima Iglesia, acudieron a mi con una información más que valiosa, algo que me encaminaría a una ocasión especial.

Según este hombre de la alta estirpe, una velada anual oficiada por un Conde de corta edad reunía a gran parte de los miembros de su misma "categoría". Una vez al año aquellas personas vestían sus mejores trajes, la más cara joyería y hacían alarde de su gran poder en esta fiesta de gala realizada en la Mansión Castlevania. Pero aquello no fue lo que acaparó mi atención. Un dato curioso, fue que Sir John en un momento de la noche, tras terminar la cena y quedar los hombres bebiendo un buen whisky en la sala de estar, éste menciono que tenía una extraña sospecha... una tan extraña, que merecía que me la contase.

Al día siguiente se realizaría esta magnífica fiesta en aquella mansión, y era la ocasión perfecta para investigar si aquellas sospechas suyas eran reales o solo sugestiones de ese hombre. Pero estaba tan intrigado por aquello, que mi deber como Exorcista de la Trinidad no me permitiría dejar pasar aquella situación.


Por medio de contactos me hice de un elegante traje el cual no tuvo más opción que ser modificado. No tenía pensado asistir sin por lo menos la base de mis armamentos como Exorcista.

Durante el día me ocupe de las investigaciones, pero no mucho salió a la luz.

Un tal Conde Aeon Castlevania era el dueño y anfitrión de aquella noche. Un joven de corta edad, pero que nadie sabía exactamente cuantos años tenía, se suponía que rondaba en los 19 o 20 años. No se conocía sobre su familia, se sabía que era adinerado y soltero, pero ni siquiera los miembros de la alta clase mencionaban a qué se dedicaba. Solo decían que se podía contratar sus servicios los cuales eran sumamente costosos, pero que cada centavo valí pagarlo.

Al parecer, muchos hombres de esas adineradas familias le habían ofrecido a sus hijas en matrimonio, siendo así un muchacho muy codiciado.

La realidad es que no había logrado conseguir mucha información referente a él o a su oficio, y eso incluso lo hacía un tanto sospechoso.

La noche de la fiesta finalmente llegó. Me infiltré sigiloso por los jardines traseros de la gran mansión, adentrándome invisible entre los invitados. Una vez dentro, el único rostro conocido era el de Sir John, que sin mencionar palabra alguna ocultó la relación que "poseíamos".

Me paseé por las instalaciones. Elegante y de fina decoración. Majestuosa estructura y ostentosa visión. Los invitados degustaban pequeños bocadillos en la sala principal. Tomé una copa de vino tinto para disfrazar mi presencia y lograr así desaparecer entre los invitados.

En un momento de la noche, uno de los mayordomos de la mansión acaparó la atención de los presentes, al parecer era momento de que el anfitrión hiciera acto de presencia. Desde lo lejos, al fondo del salón, me quedé de pie observando su entrada. Era el momento oportuno para descubrir más de él.

Vestía un traje negro de alta costura, impecable porte y de excelentes modales, pero eso no fue lo que me sorprendió.

-No puede ser.... es acaso....- me quedé sin habla al ver quien le acompañaba.

-"....tiempo de presentarnos en sociedad como el Conde y la Condesa Castlevania- No era posible, o me estaba equivocando?

Los años habían pasado lentamente en mi vida, los rostros iban y venían, y los recuerdos siempre eran vagos... pero ese fino rostro, esos ojos cristalinos... Era a caso que mi mente me jugaba una mala pasada?

Disimuladamente me acerqué a la pareja, lo suficiente para poder disipar mis dudas. Habían tantos invitados que era imposible observar su rostro de frente, tendría que acercarme en otro momento.

Al girarme me topé con dos señoritas que entre ellas debatían observando a aquella mujer.

-Sepan disculpar mi atrevimiento, hermosas señoritas- les hice una reverencia cortés para poder interrumpirlas. -Por curiosidad... alguna conoce a la Señorita que acompaña al Ilustre Conde?- pregunté sin mirar a la mujer en cuestión. Si era ella no quería que me reconociera entre la multitud, no aún.

-Honestamente es la primera vez que la veo. Mi padre, el Barón Frederik Falkstain le había pedido al Conde Catlevania que me tomara en sagrado matrimonio, pero como a tantas otras ofertas de las que me he enterado, éste se negó. Y ahora aparece esposado con esta mujer que nadie la conoce.... Pero que descaro! A caso tiene el nivel que corresponde para estar con un hombre como él?- la muchacha parecía bastante enfadad, y me imagino el por qué.

-Así es, muchos jefes de estas familias le ofrecieron la mano de sus hijas con el fin de afianzar lazos familiares entre ambos apellidos, pero él se ha negado a cada una de ellas. Pero... lo que me llama la atención, es que al parecer nadie conoce a esa señorita. He asistido ya a varias de sus fiestas anuales, y no he escuchado ni una sola palabra referente a ella-

-Ooh~ Ya veo... Pues disculpen las molestias. Espero disfruten de esta esplendorosa noche. Con su permiso señoritas.- y sin más las dejé a las muchachas en lo suyo.

"Así que nadie sabe nada de ella.... por qué no me extraña?" me alejé de la multitud para no cruzarme a la pareja anfitriona. Tendría que investigar por otro lado, no solo al Conde y el motivo por el que me encontraba allí... sino también, mi mente no me dejaría dormir si no descifraba aquello referente a esa mujer.

La gente nos recibió al pie de la escalera. Los ojos curiosos la escudriñaban inquisidores de arriba a abajo, incrédulos ante la noticia de su "matrimonio".

El pensamiento de Aeon le cambió el semblante en el rostro *Yo no lo he olvidado, sarta de zánganos parasitarios... ¬¬* Pero inmediatamente recompuso el gesto para no generar ninguna sospecha sobre el porqué de aquél rostro.

-Caí preso del amor y ahora tengo la dicha de tener una hermosa y fiel compañera - *sobretodo fiel verdad? ¬¬ * tanto las palabras y pensamientos llegaron claros a su mente. Le pisó la punta del zapato disimuladamente con el entallado tacón: *Por supuesto mi amado Amo >:3 * respondió sin siquiera dirigirle una mirada. - pero esto no va a cambiar en lo absoluto nuestra intima alianza ahora vuestras esposas también tendrán una compañera mas, mi querida "esposa"- ella les dirigió una amistosa sonrisa, para luego separarse e integrar una ronda de señoritas, dejando así a los hombres hablar de sus negocios.

Las mujeres la bombardearon con preguntas, pero una en particular la dejó congelada.

-Pues querida, cuéntanos! Como se han conocido?- comenzó el terrible interrogatorio disimulado entre finos vestidos.
-Pues es una muy larga historia como para contarla ahora, no quiero aburrirlas. Pero si les parece bien, podemos organizar una tarde de té y les detallaré como sucedió- esquivaba aquél tema con toda la elegancia y agilidad de la que ea capas de utilizar.
-Oh, eso sería muy agradable! Pero dime... Cuantos años se llevan?- preguntó una condesa intrigada. Al parecer, la diferencia de edad era evidentemente notoria.
-Más de los que te imaginas- respondía ella. La realidad es que estaba siendo completamente honesta. La condesa se quedó absorta al ver a la muchacha que aparentaba unos 25 años, pero si se llevaban mas.... Entonces cuéntame tu secreto! Cómo te mantienes tan joven y hermosa? Konna se quedó helada *Pobre mujer, si supiera que Aeon es quien me lleva siglos de vida le daría un infarto n.ñ*
-Pues....- intentaba pensar alguna respuesta cuando un rostro entre la multitud le sonó familiar. No pudo divisar bien quien era, pero el hecho de que en realidad nadie allí era conocido suyo, hacía ese acontecimiento un tanto raro. Cuando quiso divisar bien aquél rostro, éste ya había desaparecido y las mujeres la siguieron inquiriendo con preguntas.

Por un lado entablaba amistosa la charla con las señoras y señoritas, va.... entablaba amistosa, se resguardaba en respuestas elaboradas mañosamente para que no descubrieran sus secreto; y por el otro lado escuchaba atenta la conversación de los hombres junto a ellas.

*así es como nos aremos de mas y mas poder amada mía..*
*Y eso suena más que bien.... mi amor*

La velada transcurría tal y como se había planeado, pero le extrañaba no solo que Tao aún no se había presentado, sino que, ciertos invitados que podrían ser llamados "de honor" aún no hacían acto de presencia.

Ya había arreglado aquel tema por lo que el trato ya estaba mas que seguro, pero como antes le había comentado a su compañera a su agenda habían sido transferidos nuevos contactos de los que no sabia nada.

En aquel instante en el que dio la partida de la fiesta aquellos vestidos comenzaron a ondear en el baile al ritmo de la orquesta que tocaba esa noche, chasqueo sus dedos y de inmediato un sirviente acudió ante el-cada uno de ustedes tendrá el permiso para hacer desaparecer a todo aquel que caiga preso de la curiosidad y camine por donde no debería ni cruzar la mirada- murmullo sonriendo para que nadie sospechara de lo que estaba diciendo, si bien a este tipo de fiestas no solo se presentaban humanos si no también demonios que nunca se sabia de que lado estaban, de nuevo indico la retirada de su sirviente para que pasara el mensaje a todos sus demonios a servicio en esa noche.

Al parecer aquella velada esta saliendo a la perfección e incluso Konna ya estaba relacionándose con las hija y esposas de aquellos adinerados hombres,pero había algo que le intrigaba asta el momento no había acudido ni un solo miembro de Deathmask Divine y eso era extraño porque regularmente eran de los primeros en presentarse ante el llamado de su líder.

Dejo que aquella gente se divirtiera, que el baile siguiera y que la castaña siguiera relacionándose, el dejaría el alboroto un rato. Tomo otra copa de vino y se dirijo a las amplias puertas de cristal que cerraban un pequeño balcón sin mucho esfuerzo corrió las puertas y se deslumbro al observar la hermosa luna llena que hoy se daba el lujo de pasearse por el cielo, poso ambas manos sobre el barandal y suspiro ante la suave brisa fría que corría por el lugar.

Desde las sombras del gran salón principal, observaba a la muchedumbre. Gente extravagante que entre risas y bebidas, charlaban de sus avaras vidas. La orquesta comenzó a entonar los primeros Valses de la noche, las parejas de baile se reunían una a una en el centro de la pista comenzando a danzar en círculos. Las costosas telas de los largos vestidos ondeaban incesantes al compás de las melodiosas notas.

Al parecer, la gente estaba muy conforme con la hermosa velada.

Tras mi tercera copa, con el rabillo del ojo noté que el Conde salía a uno de los balcones que daba al patio trasero. Iba solo, sin custodia ni compañía, era una oportunidad de oro.

Rápidamente me dirigí a aquél lugar. Copa en mano, el traje prolijo, y un gesto amable en el rostro, estaba listo para aventurarme.

-Ejem! Buenas noches, Conde. Permítame felicitarlo por esta encantadora fiesta.- comencé cortando el hielo, para luego pararme junto a él, y tras ofrecerle un abano, encenderme el mío y proseguir en la charla. Tomé una postura relajada, reposándome sobre la baranda de aquél balcón.

- Oh~ Disculpe mi descortesía, no me he presentado aún. Mi nombre es Dimitri Van Hoover, familiar de Sir John Van Hoover, es un placer el conocerle.- y le extendí la mano para saludarlo con un amistoso apretón de manos.

-Y también debo felicitarlo por la hermosa mujer a la cual hizo su esposa, tiene muy buen gusto Conde- la idea era entrar un tanto en confianza. Dos hombres hablando de las típicas cosas que a un hombre le puede interesar. Deportes, negocios, mujeres... con aquellos temas nunca había pierde (siempre y cuando no se entrara en religión y política, sería una charla amena).

Se encontraba perdido en su mente en ese momento asta que un extraño lo devolvió a la realidad, le dio una mirada de reojo ante aquel comentario-es un gusto que esta fiesta sea de su agrado- respondió dándose la vuelta con una cálida sonrisa pintada en los labios, era aquel un humano peliblanco al jugar tendría entre 30 y 34 años,negó aquella invitación a tomar el puro observando melodiosamente a su contrario, estaba vestido con atuendo muy elegante por lo que de seguro era alguno de esos nuevos contactos.

-Oh un Van Hoover, es una gran familia soy un fiel colega de Sir John es bueno que tengan rostros nuevos de tan deslumbrante sangre- concreto aquella presentación con el saludo de manos - un placer señor Dimitri, creo que no habrá necesidad de mencionar mi nombre- reposo su espalda sobre aquel barandal, aquella música era relajante mas la compania del tranquilizador sonido de las hojas de los árboles al compás del viento.

-De hecho me siento muy afortunado por estar con una dama como ella... que usted sabe cuando el amor llega es imposible escapar de el- soltó una leve carcajada en tono de broma ante los comentarios de su contrario - pero dígame cual es el motivo por el cual honro su presencia?, no es acto de descortesía solo que siendo parte de una familia con la cual contengo un contrato, algo debería de necesitar de mi... de ser así no hubiera desgastado una mirada conmigo o acaso me equivoco? señor Dimitri- sonrió mientras se llevaba la copa a los labios terminando el ultimo sorbo de su copa.

El ritmo del compás del vals aumento y con ella la espera por esa aclamada respuesta, ante los ojos de esos humanos el era un simple joven que por pura surte de la vida adquirió una cuentas monedas, pero no por ser un "simple joven" de 19 dejaba de tener algún respeto porque muy bien sabían a que se dedicaba.

La noche estaba estrellada y la luna en su alto iluminaba la entrada de esa enorme mansión.

Tenía puesto un vestido negro sin mangas de falda amplia por las rodillas.
“Suerte que encontré un poco de tela para alargar la falda, creo que quedo adecuado para tal velada…” Pensé con una gotita imaginaria en mi cabeza debido a mi vestido, mire la entrada de la gran mansión y decidí intentar entrar si me sacaran igual no me importaría ya que de todas formas estaba ahí como obligación.
Camine asía la entrada y un demonio vestido de frac me izo entrar…”asombroso mi intento de vestido paso inadvertido jeje…”

Ya ante el resto de los invitados y quienes parecían ser los señores de la mansión el sirviente me presento
Al pasar unos segundos y sentir que todos me miraban decidí apartarme un poco para no incomodar a nadie ni a mi misma…Apartada comencé a mirar a la pareja de condes y a los demás invitados… “impresionantes energías en una sola sala, espero no marearme y perderme algo jaja” Pensé algo maliciosa mientras seguía examinando a los presentes y simulaba divertirme en aquel pomposo sitio.

Finalmente se había podido librar de las inquisidoras señoras, y tras un pesado suspiro de alivio un sirviente se acercó a ella.

-Uno de los invitados de honor, la señorita Kana, ha llegado My Lady- anunció en un susurro señalando con la vista la ubicación de este invitado.

Rodeó la pista de baile, cambiando de por medio la copa ya vacía de vino. Una buena bebida venía bien para pasar el mal gusto de boca de aquellas preguntonas señoras. Nunca había sido una mujer muy social, solo aparentaba cuando la ocasión así lo a meritaba. Tras recorrer medio salón, se encontró con una mucha de larga cabellera, negra como la mas oscuras de las penumbras al igual que sus orbes.

-Buenas noches joven Kana, es un placer tenerla hoy entre nosotros. Es una suerte que haya podido asistir- dijo haciéndole un ademán al sirviente que traía bebidas -Gustas algo de beber?- A simple vista parecía una muchacha muy joven, con un vestido negro azabache largo hasta las rodillas. Era una cena de gala, por lo cual era reglamentario el vestido largo hasta el suelo, pero una muchacha que no pasa los 18 años, un vestido un poco más atrevido y corto era algo que se podía permitir.

Kana acaparaba disimuladas miradas de parte de los invitados más jóvenes. -Veo que los caballeros se fijan en ti, eres afortunada- dijo escondiendo sus palabras tras la fina copa de cristal.

-Mi nombre es Konna, la mano derecha de Aeon- no seguiría con los miembros del escuadrón la farsa sobre ser la esposa del Oficial General del Deathmask Divine, ya que aquello solo era un juego para los desconocidos invitados. -Espero disfrutes de esta velada, y recuerda, más adentrada la noche... tendremos una pequeña reunión de seria importancia, no te la pierdas, si?- y le dedicó una sonrisa amistosa para terminar ese semblante tan serio.

*Amor... Kana, uno de los miembros del escuadrón ya llegó*

El joven Conde se negó al puro que le ofrecí, pero claro, si es solo un muchacho. -Quizás más adelante le encuentre el gusto a un buen abano- dije entre sonrisas para demostrar que no era ofensa.

-Oh un Van Hoover, es una gran familia soy un fiel colega de Sir John, es bueno que tengan rostros nuevos de tan deslumbrante sangre. Un placer señor Dimitri, creo que no habrá necesidad de mencionar mi nombre- Volví a sonreirle. Qué caso tendría que se presentara de nuevo, si todo mundo era consciente quera su mansión y ya lo habían marcado ni bien hizo su entrada al gran salón.

La noche era magnífica, como si todo al rededor del lugar hubiera estado planeado, incluyendo el agradable clima.

-De hecho me siento muy afortunado por estar con una dama como ella... que usted sabe cuando el amor llega es imposible escapar de el- no pude evitar fruncir levemente el ceño ante aquél comentario, para inmediatamente recomponer el gesto. Observaba por el ventanal que daba a la terraza el bailar de los invitados en el interior. Los melodiosos vals inundaban el lugar, por lo bajo el murmullo de los presentes, las copas brindando, el sonido del viento. - pero dígame, cuál es el motivo por el cual honro su presencia? No es acto de descortesía, solo que siendo parte de una familia con la cual contengo un contrato... algo debería de necesitar de mi... de ser así, no hubiera desgastado una mirada conmigo o acaso me equivoco? Señor Dimitri- Y como era de esperarse, el muchacho fue directo al grano.

-Jeh~ Muy perspicaz para un muchacho tan joven, si me permite decirlo.- con un tono interesante en mi vos y una gran sonrisa en mis labios. -En realidad, mi parentesco con Sir John es un poco lejano. Me ha hablando un poco de usted, pero no me ha explicado exactamente a qué se dedica. En estos momentos estoy planeando mudarme a la ciudad, y buscaba un buen negocio en el cual invertir mi dinero. No sé si me comprende...- aquello último con tono de suspenso. Era cuestión de esperar a que dijera algo... cuánta información podría sacarle?