Mi humilde morada

El fastidioso ese finalmente se había marchado, si se quedaba en la fiesta o no poco era de su importancia, eso si... que no intentara nada indebido con su amo o se las vería con una fiera embravecida.

-Bien todo esta arreglado, gracias por mostrarme ese lado celoso tuyo fue realmente entretenido. Es la primera ves donde veo que tu sed es calmada por algo que no tenga que ver con algo sexual-

Lo miró con esos ojos de censura y las mejillas sonrojadas -Ya cállate o me harás enojar tu también- dijo saliendo ya de esa dimensión, cuando escuchó el cuerpo de Aeon caer rendido sobre el suelo.

Buscó la cuchilla que siempre portaba con ella, y levantó el torso del demonio para ponerlo sobre su regazo. -Mira que eres terco...- dijo en un tono tierno a la vez que cuidadosamente le abría la boca. Posicionó su muñeca sobre esta, y tras un corte limpio de la hoja, el líquido carmesí comenzó a brotar cayendo entre los labios de Aeon.

Tras de sí la fiesta continuaba, levantó el rostro como si pudiera ver tras la ventana, oyendo a la orquesta tocar y tocar sin descanso. Al parecer todos los invitados estaban pasando una noche única, eso le quitó un peso de encima.

Aquel rose de sus labios con aquel corte, el sabor de la sangre que fluía atraves de ella que pasaba por su paladar era deliciosa, aquellos parpados cerrados fueron sediento dejando sus ojos entreabiertos observándola.

Era aquello tan irónico que el antes había alimentado a sus sirvientes y ahora se encontraba en lo posición de un sirviente ante su amo,la mirada de konna estaba perdida en el como si disfrutara el que el bebiera de ella,llevo ambas manos a donde la herida se encontraba y se aferro mas a ella mordiendo incrustando sus colmillos en su piel.*Te amo*

Finalmente estaba satisfecho, su cuerpo de nuevo se sentía tan bien y el sabor aun perduraba en su lengua-te lo agradezco, siento hacer estupideces que siempre terminan obligándote a hacer esto- llevo aquellos brazos a su cuellos para acercar mas su rostro y poder besarle una ves mas.

-Es irremediable... siempre terminas actuando como un niño- el tono de su voz distaba mucho de una reprimenda, muy por el contrario hasta sus ojos reflejaban una cierta ternura. Se dejó besar libre de pecado y culpa, para luego observar a uno de los sirvientes.

Al parecer una de las invitadas de honor se había pasado de copas, y por precaución se les había advertido de su estado. Por otra parte, nadie sabía dónde se encontraba Akai, que convengamos no era fácil ser discreta con semejante vestido que portaba aquella noche, a dónde se habría metido?

Con semejante mirada por parte de su contraria solo bajo su mirada ocultando un leve sonrojo... aquello que murmuraban los invitados y lo que ella le había dicho comenzaban a hacerle creer que era un niño, psicologicamente y físicamente claro.

Aquel sirviente llegaba a interrumpir aquella escena con la novedad de que una de las aristócratas se había pasado de copas cosa que no era de sospechar porque asta esa gente se salia de control en las fiestas y terminaban haciendo escenitas tan ridículas.Bien ahora tendría que hacer su aparición de nuevo y por supuesto volver a ponerse el traje-porque no podemos quedarnos así el resto de la noche?- murmullo con una sonrisa en sus labios.

Uno de los sirvientes se presentó en la puerta de la habitación, anunciando lo que se acontecía en aquellos momentos en el piso inferior. El demonio se retiró y volvieron a quedar a solas en su habitación.

-Porque no podemos quedarnos así el resto de la noche?- Ella bajó la mirada para toparse con aquellos ojos cristalinos contrastados con el rozado de sus mejillas. Se le pintó una muequita en sus comisuras.

-Esa idea suena tentadora...- comenzó a bajar su mano desde el mentón por el pecho... acariciándolo suavemente hasta toparse con el pantalón del traje... Se quedó unos segundos deleitándose con el tacto, para luego decir: -Pero debemos regresar Amor, ya llevamos largo rato ausentados, que pensarán los invitados si los anfitriones no se presentan?- Pronunció con una sonrisa en los labios mientras le propinaba un par de palmaditas delicadas en las mejillas.

Levantó de forma insinuante su pierna derecha aún teniendo a Aeon reposando sobre la izquierda, para posicionarla atravesando el pecho contrario. Retiró las telas de su vestido enseñando la blanca piel, y con la Colt en mano la guardó en su funda. Y fue ahí donde recordó que le faltaba ese zapato de tacón. Torció el pecho hasta estirarse y poder arrastrarlo con sus dedos. Apoyó la punta de zapato sobre la entrepierna ajena y se colocó el zapato. -Ya es hora de que regresemos amor..- y se encorvó para besarlo una vez más.

Semejantes caricias le hacían querer dejar menos ese momento, poder sentir su cálida mano recorrer su abdomen lo hacia estremecerse- es cierto tendremos que lidiar con toda esa gente de la clase alta y aun falta hacerlos firmar y tener la junta con los miembros de Deathmask Divine , esta noche sera muy larga-.

No sabia como reaccionar ante aquello, pero con aquella condición de haberlo dejado a medias actos como esos enloquecían su cuerpo, desde la forma de sujetarlo con su pierna teniendo ese contacto con su delicada piel asta ese movimiento que le propicio con el pie-gozas haciéndome sentir cada ves mas diminuto y avergonzado.. y aprobechas que mi cuerpo aun siente esa necesidad....- aquella palabras fueron selladas con aquel beso por parte de konna dejandolo ahora con silencio y un rubor creciente en las mejillas-entonces tendremos después nuestra "recompensa"?-

-Claramente- contestó en una risita disimulada. Se reincorporó lentamente, para luego observarse al enorme espejo y acomodar sus cabellos y vestido. De la cómoda de junto tomo un pequeño bolsito y retocó el maquillaje corrido. Debía estar espléndida sino que clase de esposa sería?

Mientras el rouge recorría sus labios, de reojo observaba a Aeon que ahora volvía a vestirse. Un pesado y silencioso suspiro se escapó... La noche aún era joven y tantas cosas ya habían sucedido... aún faltaba lo más importante. Tras estar segura que su imagen era perfecta, atacó la botella de whisky que había dejado allí, dándole el trago más largo que jamás dio en su vida, lamentosa intentaba tomar coraje para bajar las escaleras.

Dejó la botella nuevamente sobre la pequeña bodega, caminó hasta la puerta y se volteó a ver a su amado. Una amplia sonrisa se esculpió en su rostro, le agradaba estar en su compañía y más le gustaba saber que él era solamente suyo y que era verdad aquello...... que estaría allí para cuidarla siempre.

Mientras tomaba sus chaleco y saco que estaban por ahí tirados una sensación extraña recorría su cuerpo que trato de ignorar,con mucho cuidado se vistió tomando en cuenta que ningún botón fuera mal colocado-tendre que apresurar un poco mas las cosas, tengo que conseguir que firmen el nuevo contrato antes de que estén tan ebrios que no puedan ni firmar- murmullo casi para si mismo mientras terminaba de colocarse aquella corbata carmesí.

De nuevo todo aquello estaba normal, sin una sola pista que digiera que algo había pasado ahí salvo a aquel pelirrojo que seguramente estaba recorriendo la fiesta en esos momentos pero de ese tipo no había nada de que preocuparse, no hablaría y si lo intentaba hacer tendría que comprar su silencio.

Al toparse una ves mas con su amada lucia tan natural y radiante justo como se encontraba cuando dio inicio la fiesta... y ese era mas de los mil misterios femeninos mientras que el por mas que había bebido la sangre revitalizante de ella aun se podía notar un desgaste.La tomo de la cadera y acompaño firme su paso-sabes deberíamos comenzar a hacer entrar al despacho a toda la gente que realmente nos importa para la firma del contrato antes de que sea demasiado tarde- sonrió aferrando mas su brazo a la cadera -por cierto.. ya que te as enamorado de mi forma masculina no te interesa que haga con mi forma femenina verdad?- hecho una carcajada al solo imaginarse que podría responder su amada ante semejante comentario.

-Mmmmh~ Si, creo que tienes razón... con un par de copas más estos hombres terminarán confesando hasta sus pecados- rió abiertamente al imaginarse cuáles podrían ser.

-Por cierto.. ya que te as enamorado de mi forma masculina no te interesa que haga con mi forma femenina verdad?- dijo Aeon largándose una risotada. Muy por el contrario, el rostro de ella reflejaba la más dura de las censuras. Sin darle tiempo a nada lo acorraló contra una de las paredes y apuntó su Colt a la entrepierna ajena. Desafiante le clavó los ojos mientras le hablaba directamente sobre su rostro, para que pudiera sentir hasta el aliento a furia que emanaba de ella.

-Últimamente vienes muy insistente con eso... Recuerda tus palabras amor: "Entonces estas intentando... también ser dueña de mi cuerpo?... claramente es un contrato que tiene equivalencia, no podría negarme, esta hecho". Para que te quede fresquito en la mente mi vida, tu cuerpo en su totalidad me pertenece, incluyendo la desagradable forma de Elyon. Por lo cual SI me concierne que hagas con eso- Firmes sonaban sus palabras recordando el día en que firmaron el demoníaco contrato.

Se separó de él como si nada hubiera sucedido, y siguió caminando.

-Siento que algo te traes entre manos- y la desconfianza fue el mensaje de esa última mirada.

Tal y como lo había imaginado las cosas sucedieron pero no había imaginado que ella le apuntaría a su entrepierna como amenaza de lo que pasaría si el "tocaba" a alguien mas -no malinterpretes esto,como también te lo dije en mi dimensión mi cuerpo te pertenece y tu puedes decidir sobre el- ante la repentina marcha la tomo de la mano y la forzó a voltear quedando frente a frente de nuevo.

-Por mas que segué lo que en verdad estaba ocurriendo eh confirmado que se transformo en una realidad, todo este tiempo as intentado ser la sirviente... cuando realmente eras tu mi ama...la dueña de mi cuerpo...la que logro dominar a un demonio con una seductora alma y ahora he caído enamorado.Las apariencias podrán seguir pero se lo que en realidad soy y lo que tu eres para mi, tu eres mi duela... te as convertido en dueña y señora de un demonio-no expreso sonrisa alguna durante cada una de sus palabras dejando mas en claro que aquello no era broma- incluso me alimentas como un amo lo debería hacer-.

Tenía pensado dejarlo atrás tras hacerla enfurecer otra vez.

-No malinterpretes esto,como también te lo dije en mi dimensión mi cuerpo te pertenece y tu puedes decidir sobre el- no detenía el paso.

-Como corresponde!! JUM- ni si quiera se molestó en dirigirle una mirada, hasta que sintió su mano detenerla por la muñeca. Clavó los frenos al sentir como su cuerpo se volteaba a causa del impulso de Aeon, quedando justo frente a él... cara a cara.

Una leve sorpresa se pintó en sus ojos por esa acción, pero rápidamente fue reemplazada por el mismo enojo anterior. Algo le llamó la atención, el semblante serio en el rostro de Aeon distaba mucho de hacía dos segundos cuando estaba entretenido molestándola.

-Por mas que segué lo que en verdad estaba ocurriendo eh confirmado que se transformo en una realidad, todo este tiempo as intentado ser la sirviente... cuando realmente eras tu mi ama...la dueña de mi cuerpo...- Se quedó en blanco. Qué estaba diciendo? Si ella era la sirvienta ni más ni menos, pero un giro en los papeles?... Qué estaba sucediendo?...Lo miró sorpredida e intrigada, seguía escuchando aquello -...la que logro dominar a un demonio con una seductora alma y ahora he caído enamorado.- Los ojos se le abrieron de par en par, intentando concebir la magnitud de aquellas palabras. Estaba sorprendida realmente, era algo que no se esperaba.

-Las apariencias podrán seguir pero se lo que en realidad soy y lo que tu eres para mi, tu eres mi dueña... te as convertido en dueña y señora de un demonio-

-P-Pero qué dices?...- balbuceó al no saber que responder. Se había quedado sin palabras. Nunca se habría imaginado que de los labios de Aeon saldrían cosas como aquellas. Lo observaba atónita y en silencio, sin poder organizar sus propios pensamientos. Aeon no sonrió ni un momento, eso le demostraba la seriedad de sus palabras... No sabía como reaccionar, o mejor dicho... ni siquiera podía reaccionar.

Ahora ya que la tenia atónita y con una mente en blanco sonrió-lo que escuchaste amada mía,este tiempo as vivido engañada por algo que ni siquiera yo había notado, las expectativas eran que pareceríamos ser un amo y su fiel sirvienta pero muy dentro en realidad era un sirviente que simplemente no podía evitar estar junto a su ama-.

-Entonces puedes decirme que se siente ser dueña de un demonio?- llevo su mano a su mejilla acariciándola intentando reconfortarla de aquella confesión que obviamente le había arrebatado el aliento-me di cuenta cuando alimente a los demonios derribados, como un amo le daría atención a su sirviente y tantas veces que tu as hecho eso sin contar la facilidad que tienes para hacerme sentir como un niño... definitivamente tu eres mi ama-

-Lo que escuchaste amada mía,este tiempo as vivido engañada por algo que ni siquiera yo había notado, las expectativas eran que pareceríamos ser un amo y su fiel sirvienta pero muy dentro en realidad era un sirviente que simplemente no podía evitar estar junto a su ama-

Una sencilla humana de carne y hueso ama de un demonio de alto nivel?

Entonces puedes decirme que se siente ser dueña de un demonio?- Observó la sonrisa en el rostro contrario, mientras en el propio aquella sorpresa no se borraba.

-...Me lo preguntas como si pudiera responderte...-

-...Me di cuenta cuando alimente a los demonios derribados, como un amo le daría atención a su sirviente y tantas veces que tu as hecho eso sin contar la facilidad que tienes para hacerme sentir como un niño... definitivamente tu eres mi ama- Ni siquiera se lo podía figurar en la mente.

-Te alimento de mi sangre... por que es parte de mi deber como tu mano derecha y fiel sirviente, y..... por que te...... te amo- se ruborizó al decir eso, a la vez que tuvo que correr la vista al sentirse apenada por aquello -Y lo de tratarte como a un niño... yo...- no sabía que decir, se sentía diminuta en aquél momento.

-No puedo ser tu ama!!- aquello salió de lo más profundo de su pecho casi en un grito. -No puedo por que disfruto siendo tu sirviente!! Cómo yo, siendo una simple humana, puedo ser tu dueña? Aeon... es que.... Ains~ Un amo no puede ser sirviente de su sirviente, como un sirviente no puede ser amo de su amo.. es que.. te das cuenta de lo que dices?- su mente era un tremendo lío, y se le hacía tan difícil poder aclarara esa maraña de cosas que pasaban frente a ella en esos instantes.

-Pero tu no eres una simple humana y eso que marque va en las reglas, sobre todo porque tu no eres simple tienes la ferocidad de un demonio, claro que ante los ojos de los demás seras mi sirviente pero cuando estemos solos sabrás que yo soy en realidad tu sirviente,si puedes ser mi ama- puso ambas manos sobre sus hombros presionando levemente para que no se distrajera-ya lo sabes amor,aunque sea extraño esa es la realidad acaso no se sintió bien darme ordenes cuando aquel pelirrojo apareció?- sonrió robando un corto beso a su confundida amada-ya lo sabes, ahora debemos irnos antes de que los invitados se descontrolen de nuevo- la tomo de la mano con una gran sonrisa en los labios.

Ni siquiera fue capaz de responder. Lo observaba congelada y en silencio sin poder borrar esa expresión de su rostro, incluso cundo la besó.

La tomó de la mano de regreso a su camino. Al bajar las escaleras el salón estaba vacío y toda la muchedumbre se encontraba disfrutando en el exterior.

Recompuso el gesto para no levantar sospechas, esperando a que nadie preguntara por qué se habían ausentado.

Tras cruzar el gran ventanal que daba al patio trasero, dos cosas vinieron a su mente: Esperar que Dimitri no regresar y tener que tolerar al pelirojo insolente ese.... Ninguna de las dos le hacía gracia.

-Amor, será mejor que atiendas tus ocupaciones- dijo con una gran sonrisa y un tono tierno a Aeon, para no levantar sospechas ante los invitados.

Había llegado el momento de enfrentar lo que se convirtió en una fiesta de jardín, era algo mucho mas arriesgado pues estaban ahora al aire libre por lo que la seguridad se había duplicado *Puedes entrar tranquila,aquel invasor peliblanco no podría entrar aunque usara su mejor truco y trata de no matar a ese shinigami no queremos mas problemas *.

-Claro mi amor ya es tiempo de que la firma del nuevo contrato se lleve acabo - al responder a konna con aquellas palabras enseguida la palabra se comenzó a distribuir por todo el lugar y fue mucho mejor pues le ahorraron el anuncio, inmediatamente toda la gente los rodeo a ambos preguntando en donde se aria aquella firma-la firma se ara justamente aqui- sonrió aun manteniéndose a un lado de ella, sus sirvientes ya habían traído un escritorio y un gran libro donde se posiciono un sirviente que estaba hojeando el libro -los nombres serán dictados y con ello firmaran la nueva clausula en cada uno de sus contratos- *cuando termine esto solo tendremos a los realmente importantes... no puedo evitar sentir esta emoción por ver a mis nuevos reclutas*

Mi mareo ya se avía ido casi por completo. Sentada en una silla veo como entran al jardín el sr. Aeon y la sra. Konna, casi inmediatamente muchos de los invitados los rodean y preguntan algo sobre unas firmas. *Contratos era de suponerse jiji...* pensé y sin darme cuenta esboce una pequeña sonrisa la cual enseguida se apago por una pensada en mi cabeza.
*mejor me quedo tranquila aquí asta esa dichosa reunión*


Tome un vaso con agua y observe como el demonio hacia su "arduo" trabajo y aparentaba estar normal cuando su energía no lo reflejaba muy bien que se diga. -Soportar eso si que debe ser agotador...- Susurre tomando un sorbo de agua apenas dejando que el baso tocara mis labios.

Desde hace unos días la minina había decidido regresar a su villa, claro, sólo para visitar a su amada familia, la cual había extrañado como para morirse, se sentía realmente agusto y planeaba quedarse unos días más... al fin y al cabo, Ragnya no la necesitaba en estos momentos, y de darse el caso, la llamaría y acudiría inmediatamente.
Estos pensamientos estaban cruzando por la cabeza de la distraída muchacha cuando recordó la fiesta sorpresa para su amo.
"Diablos!"
A esas horas ya deberían de estar preparando todo, si se daba prisa quizá podía llegar, se despidió de sus mininos y salió corriendo directo a la mansión pensando que sus amos (ahora Konna incluida) se enfadarían con ella.
Debía planear algo.

Al acercarse a la mansión notó que todas las luces estaban encendidas y el barullo, la terrible mezcla de perfumes y de olor a gente la pusieron nerviosa.


Trepó sigilosamente a los árboles para entrar a su habitación, pensaba que quizá si  entraba desapercibida (una persona con orejas y cola) no se darían cuenta de que no había estado todo el día.
Empujó ligeramente la ventana al tiempo que metía una de sus garras por en medio para bajar el seguro y así poder entrar, divisó un paquete sobre su cama y sin esperar más (por miedo xD a ser regañada por Konna) se acercó y la abrió apresuradamente topándose con una gran y agradable sorpresa.

Sobre la caja encontró la nota que le había escrito su entrenadora, la nota la emocionó y su emoción fue aún mayor cuando abrió la caja y encontró un vestido de gala color beige con dorado que resaltaba su piel bronceada, entallado hasta las piernas y podría ocultar su cola, en verdad hermoso, inmediatamente se enamoró del vestido.

Spoiler:

a la velocidad de la luz se medio dio una ducha y se puso el vestido que le quedaba justo a la medida, sus largas trenzas desaparecieron dejando libre su larga cabellera rubia, la cual no tardó mucho en peinar (ya que no sabía cómo) simplemente se recogió el cabello en una coleta, lo acomodó de lado de forma que sus rizos cayeran sobre su hombro derecho y se acomodó el flequillo, cuando se miró al espejo se sintió tan feliz que pudo llorar de no haber sido por un pequeño detalle pero muy importante: su rostro y orejas.
No halló una forma de ocultar sus orejas así que se armó de valor y salió de su habitación cabizbaja para ocultar su rostro, llegó al pasillo que conducía hacia la planta baja y miró por el barandal a toda la gente que había asistido a la fiesta, llena de pánico dio la vuelta y se dispuso a regresar a su habitación.

De entre la multitud, uno de los sirvientes susurró a mi oído.

-La señorita Tao esta de regreso, se encuentra en el piso superior- Finalmente la pequeña Tao había regresado a casa y la fiesta estaba en su auge.

-Bien. Quiero que se lleve a cabo la segunda sorpresa de esta fiesta, y que sea ya- ordenó sin mucho más. El sirviente rápidamente desapareció a le que le dediqué una mirada a Aeon para luego retirarse ella también.

Subió a toda prisa por la escalera principal interior dirigiéndose a los pasillos de las habitaciones, ya que sin lugar a dudas Tao estaría allí.

No llegó al cuarto de la minina, que la vio a ésta queriendo escabullirse de regreso a sus aposentos, cuando se quedó pasmada al ver aquél vestido que con tanto espero le había elegido.

-Tao... Te ves como una princesa- la alagó dedicándole una tierna sonrisa. -No sé a dónde quieres escaparte, Aeon esta esperando por ti junto a los invitados!- dijo para luego arrastrarla hasta su propia habitación.

-Aún queda una cosa más- murmuró por lo bajo mientras tomaba dos cajas laqueadas de madera - Como entre los invitados hay humanos, y quería que participaras de esta velada... ya que la idea surgió de nuestra charlita en la tina *guiño, guiño* pensé que sería divertido convertir la cena en una mascarada, y te conseguí esto- y le extendió una de las cajas. En ella una hermosa máscara labrada con detalles en oro que hacían juego con su esplendoroso vestido, adornado con cristales Swarovski del más fino y pulcro facetado. Todo tenía que ser especial, sobre todo para Tao, por que esa velada estaba dedicada a ella en particular.

-Vamos! No perdamos el tiempo que ya los sirvientes han de estar entregando las máscaras tipo venecianas a los invitados, y la siguiente sorpresa debe estar por comenzar!- Para ese momento, todos los invitados ya deberían haber firmado la nueva cláusula de contrato, por lo cual, la fase tres de la fiesta tenía que comenzar.

Ella se plantó frente al espejo de la habitación tomando en manos la segunda caja. Al abrirla, un precioso antifaz con matice ocre, bronce y oro reposaba en ell, Calada y labrada en el más fino y delicado de los metales, era la que utilizaría a partir de aquél momento.

Spoiler:

La colocó cuidadosamente sobre su rostro, para tras retocar su peinado disponerse a salir de la habitación.

-Vamos preciosa, no hay que hacer esperar más al Amo Aeon-

Tal y como fue previsto no hubo algún aristócrata que se resistiera  a el nuevo contrato,ahora la casa Castlevania tendría esos ingresos que tanto anhelaba y aun mas control sobre la tierra de Nightrage,Dejo en manos de sus sirviente todo el acto de firma quedando el simplemente de observador en aquel ultimo gran acto,ya algunos invitados hacían en el suelo con la consciencia perdida a causa de esas grandes cantidades de alcohol que habían ingerido y era algo un poco cómico ver como la "elite" de la ciudad era rebajada.
-Hagan que la orquesta siga tocando asta que cada uno de estos engendros se largue de nuestra presida residencia- ordeno a un sirviente que le acompañaba en la zona mas solitaria del jardín.Todo estaba tranquilo y no habían rastros de aquel sacerdote que trato de corromper a su amada.-Amo,parece que cada uno de los contratos fue firmado y el libro ya fue llevado al despacho para que pueda revisarlo con detención cuando desee-Aquel sirviente de nuevo profano su silencio en un grato aviso que le provoco un sonrisa al amo peligris.-Y entonces el momento de comer de aproximo,las almas inconscientes que ya hacen en el suelo victimas de sus excesos ahora nos pertenecen, coman,satisfagan su apetito con esa fina carne.Oh casi lo olvido hagan pasar a los invitados que estén consientes de nuevo al salón principal tendré que dar por terminada la fiesta dentro de un par de horas-chasqueo sus dedos completando su orden y su sirviente se desvaneció.Tomo la ultima copa de vino tinto que estaba sobre la charola que se posaba sobre una fina mesa,sin costar que no era el único en el fondo de su frondoso jardín-esta noche eh bebido porque mi padre me había dicho que usted seria mi esposo pero fue una sucia mentira, como pudo casarse con un plebeya-,que buena suerte parecía que una pequeña chica ebria le daría un poco de diversión,pero no le presto mucha atención,simplemente tomo asiento en una banda y llevo esa copa a sus labios como si estuviese de lo mas tranquilo-acaso crees que tienes una sangre mas pura que la de mi amada?-con un ademan invito a sentarse a la joven chica de ojos azulados,piel pálida como muñeca de porcelana y fracciones muy finas-eres muy bella pero en ti no encontraría otro futuro mas que la de ser mi presa,aunque estoy agradecido con tu padre al traer una chica virgen con la cual podre satisfacerme-esos ojos se tornaron carmesís,su mirada se poso de forma inmediata sobre su presa,¿que humano débil podría resistirse a los encantos de un demonio?.
Con ellos la vista de su presa se hizo dormilona y accedió con la cabeza sus pretensiones-me agrada que accedas a tener el placer de ser devorada por mi,no te dolerá,no sentirás mas que un cosquilleo seguido de el ultimo y placentero momento de tu corta vida- tomo aquella tibia mano de su contraria y beso su palma,siguiendo un cuidadoso camino rosando sus labios asta llegar a sus venas donde incrusto sus colmillos,de forma inmediata la sangre fluyo por su paladar,la dulce sangre virgen de una chica que ahora se encontraba en sus fauces,aquella chica no forcejeo ni emitió sonido alguno al contrario solo se concentro en acariciar la fina cabellera del demonio. Sorbo tras sorbo aquel latir de su corazón fue apagándose asta el momento de detenerse y que esos cálidos ojos azules se apagaran,momento en el que desaparto sus labios de su mano y cerro con un beso sobre la mordida-por alguna razón extrañaba este tipo de cosas...solo espero que Konna se la este pasando tan bien como yo-relamió sus labios dejando caer su cuerpo sobre el cadáver de la chica como si de un cómodo sofá se tratase relajando su cuerpo aun con la tibieza de la chica.

Al quedarme apenas un trago de agua en mi copa la tomo entre mis dedos y hago que el agua gire como si degustara vino. Hecho una mirada lasciva hacia los invitados y noto como el alcohol comienza a hacer estragos en las personas, muchos están inconscientes y unos pocos insinuándose entre ellos. *Y luego la gente se pregunta porque los detesto, asco me dan los humanos que se creen superiores cuando son peores que animales...pero eso ayuda a los demonios jiji* Pienso al ver a lo legos al sr. Aeon con una joven.
-Quien diría que yo terminaría en una fiesta como esta...*Con demonios, humanos, gente de otras especies y contratos ja ni yo en mis mas locos sueños de cautiverio lo abría imaginado* Pensé mirando las actitudes de las personas que se encontraban en el lugar. -Lo mas triste para los humanos es que estos son la élite de la sociedad...

La orquesta seguía tocando a pesar de que la mayoría de los invitados estaban como en orto mundo, miro a mi alrededor sentada con mis piernas cruzadas. *ya me aburrí, caminare un poco a ver con que me divierto*.
Tomo el ultimo trago de mi copa y la deposito delicadamente en la mesa que tenia al lado, parándome y acomodando la falda de mi vestido comienzo a recorrer el jardín en el que me encontraba. -Lo único divertido son las energías de estos sirvientes, se siente su hambre-Digo en voz baja para que nadie indeseado me escuche.

-Va caminando con su vestido de noche, color vinotinto y sus tacones de color negro- *Ni se para que vengo a esta fiesta, tratare de ser lo mas normal posible* -Llega a la puerta, observando que todos están muy distridos asi que entro muy callada, buscando un lugar para quedarse tranquila, mientras ve a los demas en sus cosas- *bueno ya estoy aqui, tratare de quedarme un tiempo considerable*

Finalmente todo parecía estar marchando a la perfección. Al llegar a la escalera principal, ya los sirvientes se habían encargado de guiar a los invitados de regreso al gran salón.

La melodía entonada por la orquesta inundaba la sala con un elegante tono festivo. Bajó las escaleras lentamente observando la maravillosa velada, y buscando tas ese antifaz, los ojos de su amado.

No pudo encontrar la blanca cabellera de Aeon, pero los invitados comenzaron a posar sus ojos en ella, observando la refinada máscara que portaba.

Los sirvientes se formaron en filas junto al último escalón que llevaba al salón.

-Queridos invitados! Es momento del show!- dijo en un tono alegre al tiempo que la servidumbre entregaba a cada uno de los presentes unos preciosos antifaces decorados. -La Mansión Castlevania se distingue no solo por su renombre, sino también por sus servicios e indiscutible versatilidad, es por ello que esta fiesta no puede quedar bajo aquél alto nivel. Espero disfruten de la velada, y que el show comience!-

Por las puertas aledañas artistas de renombre comenzaron a entrar, la orquesta cambió sus aires por las notas de un tango pasional, de carácter y fuerte... Los compases comenzaron a sonar imponiendo un ritmo único, elegante y refinado.

Spoiler:

Los bailarines se apoderaron del centro del salón, y siete parejas comenzaron a danzar al ritmo del Tango de Roxanne. Los espectadores deleitados observaban los gráciles movimientos de los artistas, y no podía ser de otra forma, ya que ella misma se había encargado de seleccionar a cada uno de ellos.

Aprovechando la distracción salió al patio trasero, ya desde el descanso de la enorme escalera no había encontrado a Aeon, y se imagino que posiblemente aún se encontrara fuera.

Tras consultarle al sirviente que se encontraba junto al ventanal, éste respondió con la ubicación de su amo. No tuvo que pensarlo mucho, el olor a sangre fresca se paseaba en la brisa nocturna junto al aroma de su amo. Alguien se estaba dando un festín interesante.

Otro sirviente la sacó de su ensimismamiento, comentando que otro invitado de honor había llegado a la fiesta. Se regresó de nuevo al interior de la sala, no sin antes dejar en la mente de Aeon unas pocas palabras.

-"No te distraigas demasiado querido, ya pronto debe comenzar la reunión"-

El show fue especialmente preparado para funcionar como fachada para la reunión del Deathmask Divine, así los invitados innecesarios estarían entretenidos mientras los asuntos realmente importantes, y la verdadera razón por la cual esa fiesta estaba llevándose acabo,  finalmente serían tocados.

Se dejó perder en las notas de aquellos tangos, esperando que finalmente Aeon se hiciese presente, solo entonces daría la orden de agrupar al Deathmask para llevarlos al despacho principal.

Mientras camino cerca de la entrada al salón un olor a sangre se nota en el aire *el sr. Aeon devio de comer ajaj* pero al noto que ay un gran alboroto en dicho salón decido entrar a ver cual es el suceso *quizás si me divierta* pensé al sentir una nueva y extraña energías en el ambiente.
Camino cerca de la gran escalera central y veo como todos los presentes miran maravillados a la sra. Kona, quien lleva un hermoso antifaz con detalles dorados...
Luego de sus palabras la servidumbre comienza a entregar unos antifaces con decorados de similar estilo que el de ella. Recibo el mio mirándolo de ambos lados con algo de duda, era negro con detalles en platiado combinando con mi vestido aunque no de mi gusto, pero siguiendo con mi habito de aparentar ser una “niña buena” decido ponerme dicho accesorio fingiendo una sonrisa algo infantil.

En cierto momento la orquesta comienza a tocar un tango y algunas parejas de bailarines efectúan su show...-Debe de acercarse la hora...-Susurre mirando el espectáculo atenta a todas las energías del lugar.

Con el paso de unos cuantos minutos aquel cuerpo se enfrió como cualquier cuerpo que la muerte asecho,tomo un hondo suspiro aun con sus papilas empañadas por el sabor y esa sensación de que había olvidado algo ya atormentaba su consciencia y mas aun cuando aquellas palabras de su amada aparecieron en su mente, no era algo de extraerse pues el aroma de un demonio alimentándose es muy escandaloso.
-Hagan con el cuerpo lo que mas les plazca-murmullo dejando el cuerpo sobre la banca donde su vida fue consumida,había valido la pena ese pequeño aperitivo pero  le costo el perderse del siguiente paso en la fiesta,ya ni un solo humano vagaba por los alrededores de los jardines-tsk..- con cautela se asomo a la entrada principal de la mansión y se llevo una sorpresa  al ver a toda la aristocracia y sus mismísimos sirviente con antifaces*siempre terminaras sorprendiéndome incluso dando una nueva temática a la fiesta* sonrió para si mismo al pensar eso,ahora parecía que el era el único que no encajaba en el momento donde entre parloteo y ahora los pasos refinados y exóticos del tango adornaban  el salón,simplemente se escabullo entre la multitud de todos modos esos humanos ya estaban ebrios que mas abría de perder.
Finalmente se topo con la portadora del antifaz mas despampanante de la fiesta y ese aroma que desprendía de su piel le confirmaba-podría decir que ya todos respetan a la nueva señora de la casa verdad?-murmullo con una pintoresca sonrisa en los labios como si nada hubiera pasado y como si el olor a sangre virgen de sus labios no fuera escandaloso,pero no podría molestarse con el por algo que no que es inevitable en el y después de todo no ocurrió algún acto que se tomara como alguna traición-hmm mis objetivos están completados,podemos comenzar  con la reunión cuando quieras- termino aquellas palabras sin apartar la mirada de Konna imaginando como aquella asesina de demonios se había convertido en una refinada dama de un momento a otro aparentando ser su esposa,tal ves hacerse la idea entre el matrimonio de una humana y un demonio era una descabellada idea...Pero tener a un lado a una humana tan sobresaliente en todo aspecto como lo era su amante era un placer.
-Por cierto me encargue de alertar a los guardias de cualquier pelirrojo afeminado y alguna presencia sacra para que sean detenidos y con orden de muerte si así lo quieres~~~-tomo otra copa de la bandeja terminando de un solo trago el contenido.