Mi humilde morada

-juegas sucio- abrió un poco mas las piernas ante la sensación de tener tan cerca su intimidad y que ella estuviera controlando su miembro , pero también ella se encontraba excitaba pues podía sentir como humedecía su miembro con sus cálidos fluidos y la presion que ejercía su mano sobre el mas lo que su zona intima le brindaba a su miembro , sentía que no podría mas que gemiría-me estas torturando mas de lo que ima..-sintio como ella le dejaba introducir un poco mas -ginas- termino esto casi con un jadeo -d.. déjame entrar- la estimulacion lo obligaba a mostrar rasgos demoníacos, como sus ojos,sus colmillos y su cola -no resisto mas-

-Se buen chico y pídelo como corresponde- le regañó sensualmente sobre sobre sus labios. Volvió a introducir la punta -Quiero oírte rogar- y con ello comenzó a masturbarlo, dejando la punta dentro, que los fluidos lo lubricaran lentamente. Poco a poco comenzó a ejercer más presión, más velocidad, más fuerza en sus movimientos.

-Vamos, qué esperas? sigo aguardando....- y le imprimió más ganas, le dejó entrar apenas un poco más, sintiendo como se endurecía entre sus dedos. -...quiero escuchar esos dulces gemidos... suplicame Aeon, o tendrás que seguir esperando- con eso lamió la base de su mentón en unión con su cuello, respirando profundamente sobre su oído, ya en vísperas de jadeos.

Entrecerró sus ojos y se entrego a ella no podia seguir aparentado -ah..k..konna- gimió sumisamente- esto es muy...- jadeo conforme aumentaba la velocidad y sus fluidos comenzaban a escurrir por su miembro facilitándole en vaivén.
-No quiero esperar mas...quiero estar dentro de ti..ya- levando su cabeza dejando su cuello al descubierto para sentir mejor en contacto de su lengua, ya no le quedaba cordura pero se sentía tan bien poder gemir y disfrutarlo, sin dejar a un lado el poder que comenzaba a ejercer ella en el pues lo tenia sometido y sumiso ante ella.

-Así me gusta más- dijo ya aminorando la marcha. -Te lo has ganado. No es más sencillo de esta forma?- Le hacia notar con aquellas palabras lo débil que se encontraba en aquél momento. Le quito cuidadosamente la camisa de su rostro, para que pudiera deleitarse con la vista. Dejó su rostro sumamente cerca del contrario, para susurrarle sobre los labios: -Te lo has ganado-

Detuvo sus movimientos por un instante, y lentamente fue introduciéndolo en su interior. Sentía como avansaba dentro suyo, increíblemente firme y cálido, siendo envuelto por los húmedos fluidos de su interior. Prácticamente se sentó sobre él, permitiéndole llegar hasta lo más profundo. Un hondo respiro llenó sus pulmones, y lentamente volvió a quitarlo solo hasta la mitad, para luego dejarlo entrar abruptamente. Se recostó sobre su pecho, dejando que sus senos se estrolaran sobre éste. Moviendo su cadera incesantemente, dejandole entrar y salir de forma acompasada pero veloz. Entre tanto, divertida su lengua jugueteaba con la de su amo en los aires, rozándola imparable, dejando que el aire las enfriara, para luego entibiecerlas en la boca ajena.

-E..es mas placentero pero.. así es demasiado para mi -dijo con una vos entrecortada no podia decir que era algo que el no disfrutara porque sus gemidos los comprobaban y mucho mas lo firme que se encontraba en ese momento, fue glorioso el momento en el que lentamente entro en ella recorriendo su húmeda y cálida cavidad.
-ahh..- la beso intentando calmarse y recobrar la noción y dejar de ser tan notorio sus gemidos y sus jadeos, jugando con su lengua e incluso mordiéndola, no podía mover sus manos esto le evitaba tomar el control de la situación lo único libre que tenia era su cola pero aun así no podía hacer nada. El choque entre su pecho y sus senos su calidez y la dureza de sus pezones que se sentian muy bien con cada rose que ella daba en su pecho.

La sucia sonrisa fue aún más grande y clara al escuchar los gloriosos gemidos. De a poco comenzó a imprimirle más ganas, dejándole entrar más profundo, humedeciéndose ella y excitándolo más a él.

-Quiero escucharlo...- dijo a medias entrecortado por el impulso de su cuerpo. -Di que lo estas disfrutando- podía verlo en sus ojos, podía sentirlo en su interior. Aeon lentamente cedía sin poder defenderse ante aquello, sin mostrar esa actitud de dominador que tantas veces le había mostrado. Ahora era un demonio indefenso, sumiso ante sus intenciones. Le daba un aire bizarramente tierno, pero lujurioso a la vez.

Sin detenerse, se irguió nuevamente, bebiendo de la botella a grandes tragos. Un pequeño hilo de vino se coló por su comisura, dejando rodar sus gotas cuesta abajo, desde el mentón hasta su ombligo. Y aún sin parar la marcha, se inclinó nuevamente sobre él, quitándole del rostro los cabellos que cubrían su exquisito rostro con el total de su mano, para nuevamente besarlo hasta quitarle el aire.

Más fuerte y mas profundo, las embestidas se sucedían incesantes. El aliento quemaba sobre la piel. Cada músculo de su cuerpo se contraía. Apretó la mano que sostenía los cabellos de su amo, aferrándose a la almohada bajo éste.

Jadeaba son reparo, ya había logrado lo que quería, solo quedaba disfrutar.

Les estaba encantando que ella le hiciera esto -n...no- llevo su mirada hacia el techo jadeando, cada embestida estaba llena de energía sentía como si el excavara el interior de la contraria -pero si sigues haciendo eso - ella sin dejarle terminar lo beso con una ferocidad y lujuria que nunca habría imaginado que contaba con eso-si deseo tu cuerpo y disfruto esto como no tienes idea -decía entre gemidos y jadeos, con un rostro ruborizado y una mirada totalmente perdida en konna, la presión que ella ejercía en su interior casi terminaba con el si seguía así terminaría por correrse, por eso lo contenía lo mas que podía.

Podía verlo reflejado en su rostro, estaba más allá del bien y del mal. Un cierto aire de superioridad se le subió a la cabeza por un instante: que un humano lograra hacer gozar de tal forma a un demonio... o se debe saber todo de ellos, o estar verdaderamente trastornado.... ya sabemos cual es la respuesta.

Lo sentía tan profundo que hasta parecía que rozaba sus pulmones. Ya estaba por consumarse, sentía que no podía estar más rígido en su interior. Los gemidos, jadeos y sonrojo en las mejillas contrarias eran la simple cuenta regresiva para el acto final.

Estaba sobre él, aferrándose a la ropa de cama, escondiendo su rostro entre sus húmedos cabellos, dejando que el aire se filtrara de su cuerpo. El corazón latía a toda marcha, cada músculo de su cuerpo se contraía y relajaba uniformemente en una sinfonía de jadeos. Aeon tenía los ojos clavados en ella, penetrando en su alma. Sentía como si con aquella mirada pudiera develar sus mas oscuros secretos, dejarla de alguna extraña forma, más desnuda de lo que ya estaba.

Las embestidas continuaban, su punto "g" se rozaba incesante contra el bajo vientre de su amo a la ves que las penetraciones reventaban su interior... aquella sensación la enloquecía.

En un arranque de desenfreno, rompió la copa de la cual había bebido, y mientras cortaba su muñeca para dejar salir aquél elixir carmesí, con la boca jalaba de la cuerda que mantenía preso a su amo.

En el momento culmine, llevó la muñeca a sus propios labios, bebiendo de ésta, para luego dejar aquél líquido en los labios de Aeon. "Rerorcida" pensó por un instante al darse cuenta de lo que estaba haciendo "...como si me importara" se refutó en fuero interno.

Finalmente estaba llegando a su fin, Aeon esta libre de sus ataduras, para que pudiera hacer cuanta cosa deseara. Su vientre explotaba con cada envestida, con cada sensación que el rose de su cuerpo le proporcionaba.. solo faltaba acabar.

Cada embestida le decía que ya no podía aguantar mas, no podría contenerlo mas tiempo, pero lo disfrutaba desde sentirla y poseer su cuerpo asta el sabor de su sangre , la cual lamia una y otra ves de los propios labios de konna.
Sus ataduras calleron, sin dejar que ni un solo segundo pasara rodeo su cadera con su cola y se le avanzo forzándola a abrir mas sus piernas haciendo que ella rodeara su cintura con sus piernas -hump- poso ambas manos sobre sus hombros-me liberas cuando no queda mucho por hacer...a este paso lograras domarme- sonrió mostrando sus afilados colmillos, embistiéndola de nuevo y de nuevo aparecía esa sensación que le decía que el orgasmo estaba a punto de llegar .

Aquellos enfurecidos besos, la presión en su cuerpo, el sentir de la cola que la retenía, las embestidas, las manos en su cuerpo. Estaba en el último momento. Se aferró a él con toda la fuerza que le quedaba, apretándolo contra su cuerpo, sintiendo el sabor de sus labios, el aroma de su piel, deleitándose finalmente con el gozar de Aeon.

-N-no... puedo....... más!- dijo para luego tomar una abrupta bocanada de aire y perderse por fin en el anhelado orgasmo. Todos los músculos se tensaron, escondió su rostro en el cuello de su amo, sintiendo como todo explotaba, como el gozo máximo se apoderaba de ella.

Perdió el aliento con la última embestida, y tras un segundo, se tumbó sobre él. Allí quedo, extasiada en aquella magnifica sensación. Sintiendo como el imponente miembro latía dentro suyo, fluyendo por sus piernas la blancuzca sustancia.

Alzo su mirada al techo mientras daba la ultima embestida manteniendo su miembro dentro de ella y ejerciendo presión con su cola,esa sensación que casi le hacia derramar saliva por sus labios.
poso su mano sobre el pecho de konna y con su otra mano acariciaba su cabello observando su rostro, que no podía esconder esa expresión de éxtasis y el mucho menos podría esconder la suya o lo intentaba pues su plateado cabello cubría su rostro,-a este paso me dejaras muy mal acostumbrado- murmullo sacando su masculinidad de su cavidad, dejando salir sus fluidos, se quedo jadeante aun con esa sensación que no podía calmar.

-Mal acostumbrarte... aquello lo veo difícil- le bromeó tumbándose a duras penas.

Tomó una profunda bocanada de aire, relajando el agotado cuerpo, sintiendo como aquellos cálidos fluidos se escurrían lentamente por entre sus piernas. Sentía aún su corazón ajetreado, como su respiración lentamente comenzaba a normalizarse.

Se quedó allí tumbada por unos minutos, deleitándose aún con aquella deliciosa sensación. Poco a poco logró calmar su cuerpo, ya saciada de aquella irrefrenable lujuria, cerró sus ojos, dejándose llevar apenas de la mano del cansancio.

Pero algo la alteró, un profundo punzón se arrebató contra su ojo derecho. -ARGH!!- se incorporó abruptamente tapándose con las manos aquél ojo adolorido. - Qué me sucede??!!- preguntó sin siquiera poder voltearse. Aquél dolor era como si llegara hasta su cerebro, clavando una larga y delgada aguja hasta el final de su cráneo. Algo comenzó a arder en su cuerpo, más que arder parecía quemar profundamente. Con el rabillo de su ojo sano, pudo ver como la herida en su muñeca rápidamente sanaba, dejando solo el rastro de la sangre derramada -Pero que... demonios?- La herida había sanado completamente, y poco a poco el punzante dolor se fue desvaneciendo. En el enorme espejo frente a la gran cama, pudo observar en su reflejo como su ojo derecho irradiaba una tenue luz violácea, que lentamente se extinguía dejando paso al verdoso natural de su iris. Tras desaparecer el resplandor se volteó a Aeon.

-Qué ha sido eso?- preguntó sorprendida y extrañada.

Observo todo con una gran sonrisa en el rostro -al estar con un demonio, pasan este tipo de cosas- se levanto de la cama para poder cambiarse o al menos ponerse unos pantalones, al fin se estaba dando cuenta de el poder que había adquirido a hacer un contrato con el-tu eres ahora mia, por lo tanto seria algo tonto dejar asi de vulnerable donde todo te pueda pasar- paso ambas manos por su cabello y después lo sacude asta que queda en su forma natural.
-al menos mientras tu alma no este completamente absorbida, porque una ves la aya profanado totalmente- de nuevo le dedica la mirada deleitándose con esa confusa mirada

-...totalmente?- se quedó dubitando sobre aquello.- Qué sucederá luego?- preguntó ya en un total desconcierto. Se arrodilló sobre la cama en su dirección clavadole la mirada desconcertada. Qué sucedería si finalmente profanara su alma en la totalidad? y de qué modo lo haría?

Miles de futuros alternos se pasearon por su imaginación en aquél momento, cuando solo podía observarle esperando una respuesta.

Como todo demonio al escuchar esas palabras su rostro expresaba entre una alegría y tranquilidad, se acerco a ella sentando justo a un lado-pues no puedes tener a un demonio atado solo por lujuria- poso ambos brazos rodeando el níveo cuello contrario-después de consumir tu alma y beber cada gota carmesí de tu ser- la bajo asta lograr poner su cabeza sobre sus piernas-tu existencia terminara, pero no tienes que preocuparte pues aun no quiero que esto termine- llevo sus dos dedos a sus labios acariciándolos -no eres una humana convencional, eso incrementa el valor de tu alma, no me arriesgare a que otro demonio se lleve consigo tan preciado tesoro, te protegeré con mi propia vida asta que el momento de consumir tu alma llegue -... bajo mas sus dedos recorriendo su cuello solo tocandolo con las yemas de sus dedos - o acaso me intentaras matar antes de que yo lo haga?-dijo en tono de broma...

Una mueca se dibujó en sus labios y tras un pequeño bufido le retrucó: -Eso dependerá de que tan fiel seas a nuestro contrato, sabes que te mataré si lo quebrantas...- y por más de que el tono fuera burlón e "inocente" ese aire a profunda seriedad rondaba en sus palabras.

Con la yema de sus dedos acarició el contorno de su ojo derecho.

"Consumir mi alma... No habrá nada más que la profunda oscuridad tras ello, el abismo... la inexistencia de mi ser." Perdió la mirada, imaginando como sería el día en que acabara con ella "En cierto punto es gracioso... solo me tendrá a su lado mientras le sea de utilidad?, mientras pueda cumplir con sus deseos'.. y tras ello... me espera solo la muerte? ... que aburrido."

Mientras sentía como Aeon recorría su piel, en su mente se dibujaba aquél día. Un lugar en ruinas, alejado de todo lo conocido, sintiendo como cada gota de su cuerpo era drenada... el frío, la lejanía... y finalmente la oscuridad. Y luego qué? Acaso ese sería su final? En cierto punto le disgustaba la idea, pero por otra parte, el rostro de su amo sobre ella, apagando la llama de su vida... Sentimientos encontrados abatieron su alma.

"Me quedaría a su lado por toda la eternidad, pero... soy humana. Algún día moriré, y ni siquiera se si será de vieja, o alguien me asesinará, o finalmente Aeon decida que es tiempo de acabar conmigo"

Apretó el puño levemente, intentando aclarar su mente. Quizás era inútil pensar en aquello, el juego recién comenzaba, todavía debían ocurrir millones de cosas más.

Cerró los ojos, dejando que él la acariciase... A caso... quizás... los demonios sean realmente capaces de sentir cariño?

-Intentaras matarme? a mi un demonio del tiempo? estas pensándolo bien,matar a un inmortal?- se quedo serio esta ves, en el fondo le emocionaba que un humano tuviera esas agallas, cualquier demonio soñaría con esto pero si dejaba que eso lo dominara terminaría dominado por ella por eso no debería mostrar tanto entusiasmo.
-Cuando el momento llegue, sera especial , cuando yo consuma tu alma formaras parte de mi- le acaricia el cabello sonriendo esta ves de forma cariñosa como recompensandola por haber hecho un buen trabajo, era mejor hacerle la idea de lo que pasaría despues - pero no romperé el contrato, mi cuerpo es tuyo-.

Esa sucia sonrisa apenas se asomó esta vez, enterrando su rostro entre las piernas de su amo, inhalando su aroma, sintiendo su propio aliento calentar su piel.

"...Matar a un inmortal...no sería el primero." pensó en su fuero interno. -Sabes que soy capaz de cualquier cosa si la situación lo amerita.- dijo con su rostro aún cubierto.

Pero nunca en su vida se había enfrentado contra un demonio del tiempo, sería curioso saber como se desarrollaría una batalla de tal índole. Vampiros, licántropos, demonios de la naturaleza, de la oscuridad, ángeles caídos... ya nada era sorpresa, y con más de uno se había enfrentado. Pero un demonio del tiempo? No hay forma de escudarse ante ello.. con que mañas podría apañárselas? Quien sabe...

Cerró los ojos y se quedó allí como una gatita acurrucada sobre la falda de su dueño, sintiendo las cálidas caricias que poco a poco serenaban sus pensamientos.

-pero no quiero motivos por los cuales deba quitarte la vida, después de todo eres un humano con el pocas veces se tiene la suerte de topar y lo supe el día en que te propusiste a volarme la cabeza,conseguiremos ese libro y juntos exterminaremos todo lo impuro de este mundo- ahora si se sentía su amo y realmente ese era su poder el de poder mandarle a matar al mas fiero luchador y tendría que mantenerse con vida.
-estas pensando en que yo en algún momento pueda llegar a amarte?- la tomo de el mentón para poder verla a los ojos...

Con aquella última palabra y sus ojos clavados en ella, su primera reacción inevitable fue levantar la ceja de forma escéptica.

"Un demonio amando a una humana? A caso son capaces de sentir tal afinidad? Cariño en vez del mero deseo de poseer? Es acaso eso posible?"

-Alguna vez... has sentido amor?- preguntó queriendo disipar aquellas interrogantes que merodeaban en su cabeza. -Acaso ustedes los demonios, son capaces de experimentar tal sentimiento?- Sus ojos lo decían todo, más allá de lo que ella pudiera especular, cuál era la verdad? En su mente una voz le susurraba que "no"... que no son capaces de experimentar tal cosa, que es ajeno a ellos desde su creación. Quizás puedan llegar a sentir algo así como una añoranza o quizás una afinidad particular, pero amor?

Esperó una respuesta en silencio, mirándole a los ojos, buscando en ellos algo que le indicara la verdad.

-Soy demonio solitario y los demonios por naturaleza no podemos convivir juntos el amor entre demonios no es posible- viejos recuerdos le vinieron a su mente como muchas veces casi fue muerto por brindar un poco de confianza -para serte franco...es la primera ves que hago un contrato con una humana, siempre me dedique a perseguir y absorber las mejores almas al rededor de las épocas, pero en ti hay algo tienes una obscuridad digna de un ser demoníaco - la acariciaba intentando mantenerla tranquila, tocando su cabello , su rostro , asta solo tocar sus dedos y repasar las yemas de sus dedos por la palma de su mano.
Suspiro-no...no es posible que nosotros posamos sentir eso.. somos lo contrario a los seres que distribuyen el amor..no somos repugnantes ángeles, aunque e escuchado relatos de demonios que lo an intentado y fueron brutalmente castigados por el rey de las tinieblas...no lograba entender cual era su punto asta ahora..- palabra tras palabra disfrazaba su confusión para que ella no se diera cuenta -se aferran a un humano por tener cualidades únicas de su especia y por que los humanos son los únicos que puedes brindarnos ese tabu que es el amor-...

-Entonces... dices que solo los humanos somos capaces de amarlos con total libertad, pero que ustedes a nosotros no... no por que en su ser no exista dicho sentimiento... sino por que no les es permitido, o me equivoco?- dijo mirándolo aún a los ojos. Intentaba leer entre líneas, buscando así la verdad oculta tras sus palabras.

El silencio reinó por unos instantes en el aire. Ella bajó su mirada por un momento, pensativa... dubitativa, para luego volver a penetrarlo con ella.

-"Tabú" lo llamas... pero de alguna extraña forma, quieran admitirlo o no, creo que son capaces de sentir algo así tal como amor...- ahora fue ella quién lo tomó por el mentón -Si son capaces de tener algún tipo de sentimiento, como lo son la rabia, el deseo, la lujuria.... entonces deben ser capaces de sentir todo lo demás, ya que los sentimientos son abstractos, no existe el blanco o el negro, solo son lo que son-

-si, solo los humanos son los únicos que pueden brindarnos amor- se quedo como si el mismísimo señor de las tinieblas estuviera frente a el, hablar de un tema como ese ponía a el mismo en peligro por eso tendría que cuidar sus palabras.
-pero los demonios no podemos gosar de eso, los que hacen eso mueren y es un castigo propiciado por el mismo demonio mayor, no puedo aceptar un sentimiento como ese,por mas tentador que fuera -

Una vasta sonrisa se dibujó en sus labios tras escuchar aquello. Aeon no estaba negando dicha posibilidad, pero era obvio que no debía hablar de aquello. Los sentimientos nacen y se arraigan por mucho que uno quiera negarlos. Están y se desarrollan, y ese es el actuar de la naturaleza en sí.

Su sonrisa reflejaba una comprensión excepcional, como nunca antes había mostrado. Dejándole entrever a su amo lo que en su mente se formulaba. No diría una palabra más referente a ese tema, ya que no quería traerle problemas, pero ya estaba sembrada la semilla, ya era consciente de una parte de aquél "tabú".

Tras aquello, volvió a recostarse sobre la falda de Aeon, escondiendo una pícara pero increíblemente inocente sonrisita.

"Los sentimientos son espontáneos, se generan a base de hechos que nos influyen... son reacciones propias de uno influidos por millones de factores. Un sentimiento se puede aislar... pero si es lo suficientemente fuerte.... no se puede desvanecer"

Nunca se había puesto a pensar eso-pero en esta ciudad no hay un demonio te mi catagoria que pueda acusarme sin que antes yo lo mate... pero si lo hago , decir esa frase sera con alguien que no sea un humano común- sonrió como si el mismo hubiera dicho un chiste pero sabia que no era asi.
-Nos hemos quedado sin cosas que hacer, esta cuidad se esta tornando aburrida- intento cambiar el tema.