Vagando por los alrededores

Al sentir que el zorro apreto su cola se tenso pero no le afecto demasiado. -Nya! mis nekos suelen jugar conmi cola, me he acostumbrado...- Se estiro estando en cuatro patas y bostezo para levantarse despues de Soushi y lamerse las patas. -Por que no te quedas a dormir, blanquito?...podras descanzar, comer y relajarte~nya!.- Tomo en brazos a un gatito que se habia dormido y sin escuchar la respuesta del amable demonio comenzo a caminar en direccion a la villa. - Por aca~nya!-

-Acostumbrado, como es que dispones de tanta paciencia para soportar a tantos gatitos - no sabia si realmente podría aguantar estar tanto tiempo en un lugar así.Pero después de todo la misión fue difícil de realizar su amo no se molestaría si se desaparecía una noche,-entonces creo que aceptare tu propuesta se giro para seguirla-caminando antes de esperar a que yo te respondiera, tan segura estabas de que yo diría que si?-comenzó a caminar tras ella..

Le miro de reojo mientras entraba en la villa -Ya es tarde y te ves cansado y hambriento nya... y antes has dicho que tienes una debilidad por los gatos..- Comenzo a caminar entre las casa en ruinas y complejos muros que eran seguidos por un ducto de agua que llevaba esta a todo el lugar, habia escombros y entre los edificion se asomaban los ojos curiosos que seguian con cautela el movimiento de aquel ser tan diferente a ellos. Los gatitos iban corriendo detras de Tao, un par de ellos seguian a Soushi con ratones en las patas, un "regalo" para el inusual invitado. Despues de caminar por no mucho llegaron a lo que era una especie de plaza con una fuente seca al centro, subieron los escalones hasta llegar a una puerta de madera muy vieja, detras de esta se encontraba el dormitorio donde el zorro se hospedaria esa noche, era una habitacion grande, lo que parecia haber sido una biblioteca ahora se habia adaptado para ser una comoda habitacion en la cual dormia Tao, con altos estantes y algunos libros empolvados en ellos habia armas y algun esqueleto de animal.

Al final de el recorrido habían llegado a un polvoriento lugar, una habitación que parecía haber estado abandonada por años incluso se podían ver esqueletos de aves y pequeños animales,pero estaba ya muy agotado e incluso esa cama que estaba desordenada,cubierta de pelo de gato y con un olor muy poco común le brindaría una buena noche de sueño -te agradezco por la hospitalidad , pero si este es el caso donde dormirás tu?, porque esta habitación huele a ti, por lo tanto es tuya- observo cada uno de los rincones de ese lugar, los libros eran muy antiguos y tendrían información que seguro le servirían.Los pequeños mininos nunca se le despegaban y eso comenzaba a hacerle perder la paciencia - no me digas que tendré que compartir habitación contigo Tao- agrego una sonrisa de esas que ya eres tan comunes en el.

Tao lo miró con su enorme sonrisa -Es el lugar más cómodo en la villa nya~ en mi habitación descansan ellos cuando no estoy.- Hizo referencia a los minimos que ya corrían de un lugar a otro acomodando todo para dormir, llevaban sus cojines, sus peluches etc. y en menos de dos minutos ya se habían desaparecido, se ocultaron y estaban en todas partes sin alejarse mucho de Tao.
La neko se dirigió a la cama y la sacudió para quitarle los pelos y acomodó las almohadas esponjándolas y acomodándolas en su lugar de nuevo.
-Nya.. hace mucho que no dormía aquí, así que esta un "poco" desordenado y empolvado el lugar, pero la cama sigue limpia ("sólo" sus gatitos habían hecho uso de ella en su ausencia).-

-Pero debe de haber una buen razon para que te ocupes de los gatitos de esa forma, es acaso que son tus hijos- La idea le sorprendia mucho pues la minina no se veia nada mayor y eran demaciados gatitos " los gatos se reproducen muy rápido" observo con mucho detenimiento la forma en la que esos animalitos corrian de un lugar a otro acomodándose para dormir, camuflándose perfectamente bien que si alguien pasara por allí asta pisaría uno.-supongo que estoces no me queda de otra mas que compartir- sacudió el lugar que le correspondería y se acostó boca abajo dejando sus colas arriba, se movían de una lado a otro al sentir la cómoda que estaba esa cama, la había juzgado mal después de todo, sus colas sin querer rosaban una y otra ves la espalda de tao...

Sonrió felinamente y asintió con la cabeza a su pregunta. -No sólo hay que cuidar de mis gatitos, también a las demás personas que viven en la villa.- Observó por unos instantes a las colas de Soushi moverse relajadamente... no aguantaría por mucho tiempo más las ganas de prenderse de esas esponjosas colas, se recostó junto a él boca abajo y comenzaba a sentir cansancio cuando sintió un cosquilleó en su espalda, tal pareciera que las colas de Soushi la estaban incitando a abrazarlas.
Trató de contener su risa pero le fue imposible durar por mucho tiempo y soltó su escandalosa risa mientras que con las manos apartaba las peludas colas de su espalda y al tiempo que se retorcía ligeramente de las cosquillas, pero las colas del zorro se seguían moviendo y haciéndole cosquillas, más risa le daba a Tao.

Ya no era intencional el movimiento de sus colas era solo por el estado de relax en el que se encontraba, la fria brisa que corría por el lugar solo aumentaba mas su sueño,estiro mas sus manos y bostezo. Sus Suaves y peludas colas seguían molestando a tao una a una repasaba su espalda mientras que otra se reposaba sobre su cabeza, era por eso que nunca dormía teniendo esa forma pero ya que estaba tan cansado se le olvido eso, se movió un poco mas a la orilla de la cama frotando "accidentalmente" el trasero de la felina....

Tao se seguía riendo por las cosquillas que le provocaban las colas, comenzaba a molestarse aunque no podía dejar de reír, cuando finalmente puso sacarse las colas de encima se dio la vuelta disponiéndose a dormir cuando sintió un rose en su trasero que hizo que se le erizara la cola, giró la cabeza pero se dio cuenta de no reaccionaba, o eso parecía... era le momento...
Una de sus colas que pasaban por su rostro fue la elegida y la minina la rodeó con ambos brazos ronroneando y afilando sus garritas en estas, al ver que no reaccionaba se trepó encima de él para sentir mejor sus colas, eran tan cómodas... comenzó a frotarse en ellas instintivamente.